El amistoso entre River y Racing en el Estadio Monumental
dejó entre otras cosas las primeras sensaciones de dos de los flamantes
refuerzos millonarios: Jonathan Fabbro y Carlos Carbonero.
El ex Cerro Porteño apareció sorpresivamente entre los
titulares luego de unas pocas prácticas de fútbol junto al resto del plantel.
Fabbro se paró como doble enganche cerca de Manuel Lanzini y pasó la mayor
parte del primer tiempo inclinado sobre la banda izquierda. Su rendimiento fue
de mayor a menor, ya que con el correr de los minutos comenzó a notarse su
falta de ritmo y su poco entendimiento con sus nuevos compañeros. Mucho influyó
también la asfixiante presión propuesta por Racing, lo que lo obligó a
retrasarse demasiado para tomar contacto con la pelota y lo alejó del área
rival.
Lo mejor de Fabbro se vio cuando hizo gala de una de sus
mayores virtudes: la pegada en pelota parada. El enganche se hizo cargo de la
mayoría de los tiros libres y si bien no tuvo ninguna cerca del arco, inquietó
con punzantes centros que complicaron más de una vez al fondo de Racing. Para
coronar una buena noche, Jony se hizo cargo del penal decisivo de la serie
definiendo con clase con un tiro cruzado y rasante a la derecha de Saja.
Al finalizar el encuentro Fabbro dejó sus primeras
impresiones como jugador de la Banda: “Estoy muy contento. Con muchas ganas y
ansiedad. Jugué de doble enganche con Manu (Lanzini) y me sentí bien. Fue mi
segundo entrenamiento de fútbol. Hay que acomodarse”.
Por su parte, Carbonero entró en el segundo tiempo por un
irregular Carlos Sánchez y aunque en cuentagotas dejó destellos de su dinámica
y su calidad. Recostado por la banda derecha, pero sin llegar a hacer la
función de carrilero, tuvo buenos encuentros con Manuel Lanzini, cuando el pibe
se tiró por ese sector. Incluso a los pocos minutos del gol del empate apareció
por sorpresa como centro delantero y con un potente cabezazo a contrapierna
estuvo a punto de poner arriba a River en el marcador, pero una estupenda
atajada de Sebastián Saja lo impidió.
Habrá que ver como se acomoda el colombiano al esquema de
juego si es que Ramón Díaz insiste con la línea de tres en el fondo. El moreno
parece ir mucho más de lo que vuelve, lo que obligaría a Ponzio a volcarse a la
derecha para cubrir sus espaldas.
Pasó la última prueba exigente antes del comienzo de una
nueva temporada y aun sin descollar las dos caras nuevas de River aprobaron en
su debut sin sobresaltos. De todas formas de cara al futuro deberán dar un obligado
salto de calidad, ya que muchas de las aspiraciones y gran parte del juego que
se le exige al equipo pasarán por sus pies.
PABLO DOMÍNGUEZ
@mingopayo
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