lunes, 22 de febrero de 2016

UN FESTEJO CON DEDICATORIA


El gol de Mora no sólo sirvió para poner en ventaja a River sino también para que un pequeño destinatario reciba un regalo.

El partidazo en Rosario fue una batalla futbolística que contó con seis goles de diversas factura: vía aérea, gambeteando en el área y hasta en propia meta.

Pese a no terminar los noventa minutos con los tres puntos en el bolsillo, Rodrigo Mora se quedó con la conciencia tranquila de haber cumplido su promesa y que tenía como protagonista a su hijo Máximo.

En el festejo del 2-1, el uruguayo juntó sus manos y ensayó una suerte de persona descansando sobre un almohadón. Tal como se aprecia en la imagen, tuvo dedicatoria especial, exclusivamente ideada por el pequeño.


Lucas Ajuria

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