Tras iniciar su segunda etapa en el club que lo vio nacer, Aimar se esperanzó con volver a compartir equipo con su amigo, que en las próximas horas llegará al país.
Un sinfín de lágrimas y de aplausos provocó el ingreso del cordobés a casi treinta minutos del complemento, en reemplazo de Pisculichi. La pelota sonrió de oreja a oreja y se dejó acariciar por la derecha del Payasito, quién aún posee varios cartuchos repletos de pinceladas. Lejos de conformarse, indicó que su deseo es volver a vestir la Banda en compañía de su compinche, su socio en cada gambeta: Javier Pedro Saviola. "Yo digo siempre lo mismo. Es un amigo y me encantaría volver a jugar con él. Si es en la cancha de River, fantástico. Si no, alquilaremos una cancha y volveremos a jugar juntos", declaró en charla con El Superclásico.
Concretado su regreso, confirmó que sus allegados lo felicitaron por los minutos disputados. "Me llegaron mensajes de todas las personas que yo esperaba y sabía que iban a saludarme. Los amigos desde el Sub 17, los de Rio Cuarto y hasta de Hernán Díaz. Saviola me escribió, me dijo que lo había visto y que estaba muy contento", confesó.
Consciente de que a sus 35 años, el camino se acortó considerablemente, añadió que cada momento vivido en la institución vale oro. "Yo quería volver a jugar un ratito más. Ahora, si me toca otro rato, buenísimo. Pero River es un club demasiado grande como para que te regalen minutos. Soy uno más, estoy feliz de ser uno más. Si deciden que tengo que entrar un rato, buenísimo. Si no, humildad para aceptar las decisiones", acató.
Lucas Ajuria
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