La displicencia y los verdolagas siempre están presentes en la cabeza del delantero, pero hay que aceptar que cuando se levanta con esa reluciente sonrisa, define como ante Cruzeiro y Central o pone pelotas al corazón del área como la que le cedió a Sánchez en el Mineirao. Teófilo Gutiérrez es un personaje, dentro y fuera de las canchas, que disfruta del reconocimiento del público y se vanagloria de los logros alcanzado. Sin embargo, cuando le preguntan por su continuidad, amaga y se toma una pausa. "Soy feliz en River, pero no sé qué pasará conmigo después de la Copa América", le indicó a Clarín.
Su nivel se realzó luego de dejar en ridículo a Bruno Rodrigo el pasado miércoles y finalizar de exquisita manera el achique de Caranta. La versión 2014 parece estar de regreso y la Selección Colombiana querrá aprovecharla. Hasta entonces, una lluvia de reclamos recayó sobre su figura. Él, tranquilo y estratega como siempre, las apabulló con fútbol. "Yo trato de disfrutar adentro de la cancha y dejar fluir esas cosas. Algunos estaban esperando que el equipo se cayera o que a mí me fuera mal, pero Dios sabe cómo hace las cosas", tiró.
Pícaro y canchero, así es el cafetero. Tal cual lo demostró al adjudicarle los logros de sus conquistas al plantel. "Estaba tranquilo. Confiaba en mi trabajo y en lo que dan mis compañeros y el cuerpo técnico. Por suerte se dio en una instancia decisiva de Copa, en un momento en el que hay que demostrar, y pude repetir el domingo", manifestó.
Es uno de los más grandes y experimentados del grupo, pero eso no le basta para sentirse una voz de mando. "No me siento un referente, soy un guerrero más. Trato de dejar todo en la cancha y de responderle a todos los que me dan confianza; simplemente soy uno más que se pone la camiseta y que aporta algo para la historia del club", finalizó.
Lucas Ajuria
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