En el mundo Boca no paran de quejarse por la suspensión definitiva del partido y no paran de repetir que River ganó la serie en el escritorio. Sin embargo, ellos también fueron beneficiados en una situación similar en el año 1988.
Mucho se habla en los últimos días de la palabra "escritorio" en el barrio de La Boca. En realidad, muchos de esos personajes no recuerdan, o directamente desconocen, que ellos fueron protagonistas de una historia similar hace algunos años.
Fue el 22 de diciembre de 1988, en el Cilindro de Avellaneda. Racing y Boca se enfrentaban en un partido apasionante y muy importante para definir el campeonato de aquella temporada. Pero, cuando el encuentro aún iba 0-0, una bomba de estruendo calló en el área de Navarro Montoya y el arquero cayó al suelo, aturdido. El partido fue suspendido y el segundo tiempo nunca se jugó.
En aquella oportunidad, el Tribunal de Disciplina le dio por ganado el encuentro al conjunto Xeneize y esos dos puntos (hasta 1995 el ganador obtenía sólo dos unidades) le permitieron a Boca clasificar a la Copa Libertadores de 1988. Los afectados por esa decisión, además de Racing, fueron Independiente y Deportivo Español, quienes también pugnaban por acceder al torneo internacional.
Un antecedente en el que el reglamento fue aplicado como se debía, al igual que en el lamentable caso del último Superclásico. Bueno sería que quienes se llenan la boca con frases lamentables y quejas sin fundamento, tuvieran en cuenta la historia completa. Parafraseando al Vasco, a ellos también "los ayudaron desde un escritorio".
Macarena Álvarez Kelly
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