jueves, 5 de septiembre de 2013

River no gustó pero clasificó



En un partido donde el dominador fue el visitante, River y San Lorenzo empataron 0 a 0 en el estadio Monumental por los octavos de final de la Copa Sudamericana. Con este resultado, los dirigidos por Ramón Díaz deberán enfrentar a Liga Deportiva Universitaria de Loja, de Ecuador en la siguiente fase.

El partido de ida será el 19 de septiembre en Ecuador mientras que la revancha se disputará el 25 en Buenos Aires.

Fue un partido que no será recordado por el buen nivel de juego de River, sino porque se logró el objetivo principal que era clasificar. Los de Núñez jugaron un partido muy malo, no crearon situaciones claras de gol, fueron ampliamente dominados, no manejaron bien la pelota. En pocas palabras, no ganaron, no gustaron, no golearon pero clasificaron y, pese a la mala actuación del equipo, la gente se fue contenta.

Los 11 jugadores que le dieron el pase a octavos de final al conjunto millonario fueron: Barovero ; Maidana, Pezzella, Álvarez Balanta, Vangioni ; Carbonero, Ledesma, Ponzio, Rojas ; Lanzini y Mora. 

Por su parte, el conjunto visitante formó con: Torrico; Buffarini, Alvarado, Gentiletti, Kannemann; Mercier, Navarro; G.Verón, Correa, Piatti; Cauteruccio.

El primer tiempo fue dominado claramente por el conjunto visitante, que tuvo la primera chance de gol a los 10 minutos de juego: Tras un resbalón de los defensores, Ángel Correa habilitó a Ignacio Piatti que sacó un derechazo y Barovero rechazó hacia un costado. 

A partir de esa situación, la posesión de la pelota se dividió y nuevamente los visitantes fueron quienes tuvieron la segunda oportunidad clara de gol: a los 19 del primer tiempo, tras otro desliz de un jugador de River, en este caso Pezzella, Navarro ejecutó un potente disparo desde afuera del área y otra vez Barovero tuvo que intervenir rechazándola al córner. 

River seguía jugando sin demasiadas ideas y con problemas en el fondo: a los 27 minutos, Gonzalo Verón desbordó por el costado derecho, tiró un centro atrás y tras un mal rechazo de Álvarez Balanta, Correa, abajo de frente al arco y dentro del área grande, no pudo convertir porque, tras un rebote, Barovero se quedó con la pelota.

Los dirigidos por Ramón Díaz intentaban llegar al arco rival empujados por el aliento de la gente pero sin ideas claras. Llegaban hasta tres cuartos de cancha y luego el avance se diluía. 

Una y otra vez las ocasiones más contundentes eran para los de Boedo: a los 32 minutos, luego de un corto rechazo de Maidana, nuevamente Piatti fue quien complicó al arquero de River con un remate esquinado desde afuera del área. 

A los 41 minutos, Cauteruccio quedó mano a mano ante Barovero pero el arquero y figura de River cortó rápidamente la jugada y rechazó con los pies en una notable y difícil jugada.

Durante todo el primer tiempo los jugadores locales estuvieron muy imprecisos y la cancha les jugó una mala pasada ya que estaba demasiado mojada y fueron más las veces que se cayeron que las que tocaron la pelota. 

Sin dudas, fue un primer tiempo para el olvido. River no jugó bien, no pateó al arco, no tuvo una clara oportunidad de gol, no hizo más de 5 pases seguidos. Lo único positivo hasta el momento era que Ramón Díaz y sus dirigidos estaban consiguiendo el objetivo: clasificar a la siguiente ronda.

En el segundo tiempo, la historia parecía repetirse: San Lorenzo salió a la cancha decidido a ganar. A los dos minutos, Navarro tuvo un tiro libre a 35 metros del arco y su remate dio en el travesaño, la pelota picó cerca de la línea, rebotó en Barovero y salió al córner.

A los 13 minutos del complemento, Ramón Díaz decidió poner a Federico Andrada en lugar de Rodrigo Mora. 

Apenas ingresó Andrada, San Lorenzo volvió a complicar: Piatti aprovechó que Maidana estaba jugando en una posición que no es la habitual, lo dejó mal parado, sacó un tiro desde el vértice derecho del área y Marcelo Barovero, la figura de la cancha, otra vez la sacó al córner.

El primer cambio en San Lorenzo se dió a los 21 minutos cuando Federico Elizari ingresó en lugar de Julio Buffarini.

La primer oportunidad del equipo millonario llegó a los 24 del segundo tiempo. Si bien no fue una chance clara y ni siquiera fue un tiro al arco, la jugada tuvo complicaciones ya que si el centro de Carbonero superaba a Alvarado, por detrás de él aparecía Ledesma sólo en medio del área. Pero la pelota no superó al defensor azulgrana, que despejó el balón.

A los 30, luego de una serie de rebotes y un pésimo tiro de Carbonero, la pelota le cayó a Andrada, quien dominó el balón y sacó un derechazo que se fue cerca del palo derecho de Torrico.

Ante esta arremetida de La Banda, Pizzi decidió meter a Hernán Villalba en lugar de Gonzalo Verón y a Leandro Romagnoli por Piatti. Ante esta situación, Ramón sacó a Ponzio, que estaba teniendo un muy mal partido, y puso a Matías Kranevitter, para que ayude a Ledesma en la recuperación y distribución en la mitad de la cancha.

A los 39 minutos, una increíble jugada: Elizari tuvo metió una diagonal que dejó sin reacción a la defensa millonaria pero la gente de River tiene que agradecer que tiene un arquero llamado Marcelo Barovero, quien salió muy rápido a achicar el ángulo de tiro y atajó el disparo del joven azulgrana. En el rebote, Kanemann cabeceó la pelota y cuando parecía que el balón se metía, la pelota dio en el palo y Vangioni llegó con lo justo para enviarla al córner. Al ejecutarse ese tiro de esquina, nuevamente Kanemann metió la cabeza, la pelota le cayó a Cauteruccio, que estaba sólo debajo del arco, pero la bola se fue por arriba del travesaño

Recién a los 42 minutos, a falta de 3 para que termine el partido, los locales tuvieron la primer chance realmente clara: Lanzini intentó meter un pase entre líneas para Andrada, la pelota rebotó en un defensor de San Lorenzo y le quedó a Carbonero que llegó sólo para enfrentar a Torrico pero le pegó demasiado fuerte y se fue por arriba.

A los 44, Alvarado se fue expulsado tras un encontronazo con Carbonero. Realmente inexplicable lo que hizo el defensor. Fue una reacción típica de un partido caliente que ya está por terminar y su equipo queda afuera pero no tiene sentido lo que hizo.

En la siguiente jugada, Osmar Ferreya ingresó en lugar de Rojas.

Con el equipo de Boedo ya jugado en ataque, los millonarios desperdiciaron otra increíble oportunidad: Lanzini transportó el balón y habilitó excelentemente al recién ingresado Ferreyra quien, de frente al arquero no pudo dominar de primera y luego no le quedó otra que apuntar al cuerpo de Torrico. Pelota al córner.

Y así finalizó el partido. Sin jugar bien, sin crear situaciones claras pero con un planteo muy inteligente por parte del técnico, River consiguió el objetivo y está en octavos de final de la Copa Sudamericana.


Axel Policani
@AxelPolicani 

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