
River no pudo estirar la ventaja y terminó sufriendo hasta el final hasta que The Strongest igualó el marcador. Otra vez, descompensación en los momentos culminantes.
La altura y los resultados en la antesala del encuentro fueron una pelota de nervios que jugaban un rol preponderante para esta noche. Pero nada de eso pesó en los primeros minutos donde el último campeón comenzó presionando bien arriba, impidiendo el fácil avance del Tigre paceño.
Instantáneamente, luego de un pelotazo frontal, Ramallo sacudió y Barovero respondió espectacular. Se gritó como un gol. Driussi replicó la jugada y halló la figura de Vaca. Los pelotazos largos fueron una moda durante los noventa minutos como también los remates desde lejos.
Tras un sofocón que tuvo a Alonso, Mammana y una mano no sancionada como protagonistas en el área de Trapito, el Millonario recibió un tiro libre en tres cuartos de cancha. Ponzio se hizo cargo y le dio, defectuosamente, el destino de Mora, que ensayó una media chilena y la mandó a guardar.
La ventaja pudo aumentarse gracias a Alario pero la pólvora mojada se lo negó. The Strongest no aflojó e intentó por las bandas, más que nada con Bejarano como pieza desequilibrante. Los numerosos remates fueron detenidos por la monumental figura de Barovero, a esta altura ya reivindicado de su error contra Colón.
Sin más emociones, el paraguayo Quintana pitó el fin de la primera mitad. Aunque sufrió, El Más Grande jugó con inteligencia y se fue al vestuario con el anhelo de corregir los errores defensivos y ajustar detalles en la definición.
De movida, el complemento fue como se pensaba. El local urgido en ataque y desesperado por igualar el marcador; la visita paciente y a la espera de los espacios para hacer su negocio con comodidad.
De ningún modo inquietó el dueño de casa, que careció de puntería y decisión ante una defensa que no brilló en su esplendor pero cumplió prolijamente. Del otro lado, Ponzio, Driussi y Alario perdonaron una y otra vez.
Increíble lo desgastado que estaba el conjunto del Muñeco, aunque con muchas ganas para hacer historia en el altiplano. Gran ingreso de Mayada y sus tres pulmones por la banda en pos de potenciar el superlativo momento de Mora en la asfixiante Bolivia.
Si no pasaba dolores de cabeza antes, menos al capitalizar totalmente la posesión con D'alessandro. Los permanentes fuera de juego e infracciones del anfitrión mantuvieron calmas las aguas. Pero todo se fue al diablo en cuestión de segundos.
Una jugada aislada dentro del área tuvo a Chumacero como héroe impensado. Enganchó para adentro y vio caer tanto a Mercado como a Mammana. Luego, clavó un derechazo por sobre la humanidad de Barovero. Ya no había tiempo para mucho más.
El vigente rey no se quedó con las manos vacías pero queda la sensación horrible de estar ganando sin problemas y que te lo empaten en la última. Por consiguiente, una unidad que suma y el primer puesto se podrá alcanzar la próxima fecha ante el mismo rival pero en el Monumental.
Lucas Ajuria
Follow @ajurialucas93
0 comentarios:
Publicar un comentario