Trapito finaliza su vínculo a mitad de año pero dejó la puerta abierta para quedarse. En caso de que El Más Grande llegue a la Semifinal de la Copa Libertadores, lo pensará dos veces.
Todo acaba, todo tiene un final. Puede ser feliz, triste o maravilloso como el de Barovero. Sí, pese a su inminente partida dejará un legado bañado en oro. Sin embargo, el hincha mantiene intacta la esperanza de verlo más allá de junio bajo los tres palos más largos del mundo.
Con su seriedad de oficinista y perfil de barrendero público, optó por mantener la misma calma que profesa al contener los difíciles disparos rivales. Consultado por su decisión en caso de que el equipo llegue a la penúltima serie del certamen internacional, fue lapidario. "No sé, no me gusta hablar sobre supuestos. En todo caso, ojalá tenga ese problema para decidir. Querrá decir que hemos llegado a semifinales".
Independizarse es un acto de valentía que en algún momento de la vida llega. Y por más que no haya surgido del club, el cordobés siente Nuñez como su propia casa. "La verdad que lo que viví acá es único, impagable, y todo esto me lo dio River. Estoy totalmente agradecido. Pero también es cierto que uno, cuando sale a la calle, tiene que estar pensando todo y, a veces, no actúa naturalmente", explicó en una entrevista con El Gráfico.
Rápido y astuto como para reaccionar en las jugadas que ameritan su impronta, hizo lo propio para aclarar los malentendidos que se rumorean. "A veces se interpreta que a mí me preocupa la presión o la exigencia futbolística. Y no, al contrario: yo busco la exigencia y adentro de la cancha soy el tipo más afortunado y más feliz. Después pasa por una cuestión de cómo se vive el fútbol y no poder manejar ciertas situaciones. Por ejemplo, cómo se vive en la calle. Acá la pasión se desborda. Y no sólo es con uno, sino que rodea a toda la familia", apuntó.
Está hasta en los detalles mínimos que rodean al entorno del futbolista, lo cual pesa en la balanza a la hora del veredicto que espera la mayoría de los argentinos. "Hay mucho respeto en general. Pero te puede venir a saludar 100 personas y, si una te dice algo, te va a quedar grabado eso. Acá hay mucha locura, y así como hay gente que lo puede manejar, yo no puedo. Es un combo de cosas. Es darle prioridad a la familia y tener la posibilidad de vivir las pequeñas cosas que uno no puede en este lugar. En la mayoría de los países no se vive con tanto desborde de pasión el fútbol, así que hay muchas oportunidades", manifestó el ex Velez.
Pese a que no definió su futuro, en el seno del Millonario ya estaban al tanto de esta incógnita, mucho antes que se enterara el resto del ambiente. "Hablé con Marcelo (Gallardo), y me dio su opinión. Lo mismo con el presi (Rodolfo D'Onofrio). Entienden. La mía es una postura clara y por eso quise avisarles con tanta anticipación. Hace casi un año, con responsabilidad, para que pudieran ir pensando en el tema", reconoció.
Aunque no se conoce el desenlace de su paradero más allá de este semestre, Trapito subrayó la fuerza que la hinchada genera en su cabeza. "Me toca, me moviliza, por supuesto, como todas las demostraciones de afecto. Pero esto es una decisión muy pensada, que no la tomé de un día para el otro. Insisto: hay gente que la puede llevar muy bien, yo no. A mí me cuesta, y por eso quiero un cambio: disfrutar de la familia, darle la prioridad a ellos", cerró.
Lucas Ajuria
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