El Beto volvió a la carga y dejó mucha tela para cortar. El gesto del Pity, la incidencia de Gallardo, el idilio con Cavenaghi, la llegada de D'alessandro y el presente de Boca, entre otras cosas.
Siempre que habla paraliza el mundo por el picante de sus palabras. Esta vez no fue la excepción y los cañones apuntaron para todos lados. Para arrancar, analizó el debut goleador contra el Cervecero. "Quilmes es candidato a pelear el descenso. Les ganamos 5-0 y fuimos campeones. No hay mucho para decir", disparó.
En ese sentido, el polémico festejo de Gonzalo Martínez le mereció una opinión de peso. "El Pity se equivoca con el gesto. Es un chico joven y hay que enseñarle ese tipo de cosas. No viene jugando como River esperaba y convierte dos goles. Hay que tener respeto por la gente. El técnico es el que le tiene que hablar", apuntó en diálogo con Gol de Oro.
De todos modos y al igual que el Muñeco, destacó el potencial del volante. "Me gusta y contra Quilmes tuvo facilidades para convertir y mostrarse. El tema es cuando tenés partidos difíciles que se cierran. Huracán no es lo mismo que River", explicó sin vueltas.
El Pelé Blanco llegó como dirigente de la mano de Rodolfo D'onofrio. Por lo tanto, vio pasar a dos exitosos entrenadores de la historia. "Yo los vi trabajar a Ramón y a Gallardo. Creo que los dos quieren que coreen su nombre en las tribunas. De los jugadores no corean a ninguno", retrucó.
Incluso, reafirmó su felicidad por formar parte de la resurrección institucional. "Venimos de la mala época anterior, ganamos cuatro campeonatos. Nos dejaron en la ruina", recordó con un dejo de bronca.
El catálogo "ídolo" es de tamaña magnitud y, quizás, el último que se lo pudo adjudicar fue el Cavegol, jugador que despertó la admiración del Beto. "Fernando Cavenaghi me parece un gran tipo y jugador. Fue llevado en andas a la tribuna. Es una buena persona que quiso volver a River en la adversidad", rememoró.
Para ser reconocido, pasó la receta del éxito. "Te tenés que ganar las cosas jugando en la cancha, haciendo cosas muy importantes para el club. No se compra el cariño", avisó el amo de la pelota naranja.
Sus fuertes cruces públicamente le valieron un tirón de orejas de sus superiores, algo que aceptó sin reprochar pero sabe que recuperará su rol. "Estoy trabajando en otra cosa que no tiene nada que ver con buscar talento. Respeto la decisión de la directiva. Ya va a llegar el momento. Espero que no sea tarde. Fui mánager y nos fue muy bien", aseveró.
En el plano futbolístico, se refirió a las facilidades que encontrará el Cabezón. "River juega en equipo. D'alessandro puede sacar un poco más de diferencia. Está muy identificado con River más allá de las boludeces que hizo más de chico", apostó.
Además, tiene una debilidad personal por su juego. "Le tengo mucha fe. Me hubiera gustado verlo contra Quilmes para que agarre confianza. Belgrano es más difícil. Tiene que rendir porque viene de pretemporada. Ya está para jugar", soltó con autoridad.
La alarmante situación que transita el Xeneize no le escapó a la mirada de Alonso, que aprovechó para tirar un palo. "El partido entre San Lorenzo y Boca no me sorprendió. Hay una paternidad (risas). Eso pesa sea una final o no. Es un clásico", manifestó.
Rodolfo Arruabarrena camina por la cuerda floja hace varios meses, lo cuál generó el respaldo del multicampeón con River en 1986. "Yo lo bancaría al Vasco porque es de River desde que tengo uso de razón. No lo quiero complicar porque es un gran chico. Yo no estoy dentro de Boca pero él está confundido y no sabe cómo salir", describió.
Por demás, cree que si Juan Román Riquelme retoma la actividad, será un dolor de cabeza para el Millonario. "Si Riquelme se vuelve a poner la camiseta, va a ser un problema para nosotros", aseguró preocupado.
La contratación de Iván Alonso trajo muchas críticas por sus 36 años y monedas. Sin embargo, prefirió abocarse al juego. "Me gustó cómo se posiciona en el campo de juego. Siempre tiene un lugarcito libre porque va buscando", evaluó.
Aún produzca enojo y siembre polémica, el dueño de la zurda mágica se defendió. "Yo hablo porque sé. Amé esto (el fútbol). Caí en la mejor institución del mundo y entendí lo que es River. Quería jugar al fútbol, alegrar a la gente y a mí. Hoy lo recuerdan. A River le di todo hasta que me retiré", confió.
Respecto al certamen doméstico, indicó que no hay un serio aspirante a la corona, más allá de que puede haber sorpresas. "No tengo un candidato para el torneo pero lo estoy mirando. Hay equipos para conocer. Hoy no se basa en un jugador que te salve, son los once. El técnico también", expuso certeramente.
Para cerrar, hizo una autodescripción acerca de quién es Norberto Alonso. "Me considero un tipo buena leche. No le gusta la mentira, que me usen y ese tipo de cosas. No soy fanfarrón", subrayó.
Lucas Ajuria
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