
Lo dijo claro Gallardo pos partido cuando le consultaron por la búsqueda que intentó con los cambios, "tener un poco más la pelota. Lucho nos aporta ese pase entre líneas. Queríamos más dinámica en ataque". Y realmente lo fue.
Pensó un partido con Ponzio por izquierda, que fue de más a menos como todo el equipo, ayudando a Kranevitter cuando había que circular de lado a lado la pelota. Y Pisculichi suelto para filtrar un pase para Alario o Mora. El enganche nunca funcionó como tal y River se vio en problemas para romper ambas líneas niponas. Como lo dijo Alario una vez finalizado en encuentro "empezamos a salir de a uno (a presionar)" y el Sanfrecce complicó, varias veces, con salidas fallidas de medio y defensores. "En el entretiempo lo corregimos" sentenció el goleador, y Barovero no tuvo tanto protagonismo.
Desde el banco se veía la cara de preocupación de Gallardo que movió piezas y mandó a Lucho a la cancha por Ponzio y le dio más juego asociado delante del área rival. Viudez lo hizo por Piscu y a esa conexión le sumó cambio de ritmo. Igualmente careció de ideas para desbordar la defensa rival, porque, salvo una o dos situaciones, no tuvo claras. Incluso el gol llegó por una pelota parada que Maidana carga lícitamente sobre el arquero y el rebote lo capitaliza Alario. Ingresó Mayada por Mercado que estaba amonestado y sufrió un golpe cuando el partido estaba definido.
River está en la ansiada final, ahora el Barcelona deberá hacer lo suyo para chocar el domingo. Pero Gallardo deberá resolver la poca solvencia de Balanta que resuelve chocar, lejos de aquel zaguero que era implacable en el mano a mano. El doble cinco Ponzio-Kranevitter, si le sumará a Lucho, insiste con Pisculichi o prueba, como lo hizo en algún Superclásico, con Driussi, Pity o Bertolo sobre la izquierda para armar un 4-4-2.
Marcelo Andrés Guzmán
@marceloaimar
Desde el banco se veía la cara de preocupación de Gallardo que movió piezas y mandó a Lucho a la cancha por Ponzio y le dio más juego asociado delante del área rival. Viudez lo hizo por Piscu y a esa conexión le sumó cambio de ritmo. Igualmente careció de ideas para desbordar la defensa rival, porque, salvo una o dos situaciones, no tuvo claras. Incluso el gol llegó por una pelota parada que Maidana carga lícitamente sobre el arquero y el rebote lo capitaliza Alario. Ingresó Mayada por Mercado que estaba amonestado y sufrió un golpe cuando el partido estaba definido.
River está en la ansiada final, ahora el Barcelona deberá hacer lo suyo para chocar el domingo. Pero Gallardo deberá resolver la poca solvencia de Balanta que resuelve chocar, lejos de aquel zaguero que era implacable en el mano a mano. El doble cinco Ponzio-Kranevitter, si le sumará a Lucho, insiste con Pisculichi o prueba, como lo hizo en algún Superclásico, con Driussi, Pity o Bertolo sobre la izquierda para armar un 4-4-2.
Marcelo Andrés Guzmán
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