Lucas Alario fue la gran figura en la victoria de River frente a Nueva Chicago y gritó el primer hattrick de su carrera. El primero y el tercero, para poner en un cuadrito.
Ya había sido la figura en las últimas dos series de la Copa Libertadores, convirtiéndose en héroe en Asunción y abriendo el camino a la consagración frente a Tigres. El delantero devolvió rápidamente la confianza que Gallardo depositó en él, demostrando una vez más que el Muñeco tiene un ojo especial para los refuerzos.
El partido no era nada sencillo en la tarde de Mataderos. Chicago presionaba y llevaba adelante un muy buen planteo ante un River diezmado entre lesiones y convocatorias a la Selección. Cuando las papas quemaban, apareció Alario para abrir el marcador que terminaría en goleada.
El Pipa controló con el pecho el centro de Saviola, la dejó picar, metió un sombrero y definió de derecha para ponerle la firma al mejor gol del fin de semana. El segundo, de rebotero en el área chica luego de un remate de Pisculichi que había tapado el arquero Tauber.
El tercero llegaría para calmar las aguas en el peor momento de River en el partido. Luego de un pase de Saviola, el ex Colón pasó entre dos enganchando de izquierda hacia el centro y de derecha la mandó a guardar con un disparo notable a media altura.
El delantero se llevó la pelota a su casa y no solo se dio el gusto de gritar el primer hattrick de su carrera, sino que también debutó en la red por el torneo local (sus otros dos goles con la camiseta de River fueron por Copa Libertadores). El Pipa demostró toda su calidad y llega afilado al Superclásico.
Macarena Álvarez Kelly
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