La noche del 27 de julio de 2014, River derrotó por penales a Ferro por la Copa Argentina después de igualar sin goles en el tiempo reglamentario. Aquel partido, sin mucha relevancia, marcó el inicio del exitoso ciclo de Marcelo Gallardo al frente del "Millonario" que hoy cumple un año.
El técnico, que venía con una única experiencia al mando de Nacional de Uruguay, donde se consagró campeón del Torneo local en 2012, llegó a la institución de Nuñez de la mano de Enzo Francescoli con la difícil tarea de reemplazar al entrenador más ganador de la historia del club, Ramón Díaz, que renunció tras obtener el Torneo Final 2014. El "Muñeco", exquisito número 10 en su etapa como futbolista, le devolvió a River en pocos partidos su estilo histórico, ese que marca la historia como las tres G: Ganar, gustar y golear.
Estuvo muy cerca de quedarse con el Torneo de transición, pero se le escapó sobre el final porque priorizó la Copa Sudamericana y le salió de maravillas: primero eliminó a Boca en dos semifinales para el recuerdo y con una paliza táctica que le permitió meterse en la final ante Atlético Nacional de Colombia, en la que se impuso con autoridad y consiguió un título internacional después de 17 años de sequía.
Tras el título sudamericano llegó la chance de jugar la Recopa. Ante San Lorenzo, el conjunto del "Muñeco" mostró su superioridad tanto en la ida como en la vuelta y se llevó otro título continental, el segundo en tres meses. A partir de ese día, los cañones apuntaron hacia el sueño de todos: la Copa Libertadores de América.
Después de un arranque complicado en el que superó de milagro la fase de grupos, River debía enfrentar otra vez a Boca, que venía invicto y con puntaje ideal, en una instancia decisiva. Esta vez, el resultado fue el mismo pero la serie fue más picante, literalmente. En la ida, el "Millonario" venció como local a los de Rodolfo Arruabarrena por 1-0 y todo se definió en La Bombonera. Tras 45 minutos intensos, el gas pimienta que arrojó un "hincha" xeneize al plantel riverplatense obligó a suspender el partido y la Confederación Sudamericana de Fútbol le otorgó la clasificación a los de Gallardo, que en la cancha dominaron ampliamente durante los 135 minutos que se jugaron.
Pasado el escándalo, se recuperó de una derrota ante Cruzeiro en la ida con un festival de fútbol en Belo Horizonte y pasó a semifinales, donde derrotó a Guaraní para llegar a la tan ansiada final frente a Tigres de Monterrey. Más allá de concentrarse en el objetivo mayor, Gallardo tampoco descuidó el Torneo local, ya que marcha segundo a tres unidades de la punta. Como frutilla del postre, River ya está clasificado al Mundial de Clubes en diciembre, en el cual probablemente se verá las caras con el Barcelona de Messi y compañia. Y si, señor, de la mano del "Muñeco" vamos a Japón.
Juan Manuel Collazo
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