
Pablo Aimar volvió a entrenarse a la par del grupo y participó de la práctica de fútbol reducido con los jugadores que no fueron titulares ante Boca esta tarde en el Monumental.
El enganche se recupera de su lesión crónica en el tobillo y de las operaciones a las que fue sometido por ella. Sueña con jugar aunque sea un partido más en el estadio Antonio Vespucio Liberti y recordar sus inicios deportivos allá por el año 1997. De a poco alimenta de esperanzas su sueño y vuelve a jugar con su mejor amiga, la pelota.
Luego de la derrota ante Boca, el plantel de River se volvió a entrenar por la tarde. Los que estuvieron en el once inicial hicieron regenerativo en la pileta, mientras que el resto hizo fútbol reducido con la sorpresa del 10. ¿Volverá a estar presente en la máxima competencia del fútbol argentino? El deseo suyo y de muchos.
Chiara Arduini
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