
River venció a Boca por cuarta vez consecutiva en el Monumental por copas internacionales, cosa que nunca antes se había logrado ningún equipo.
El Millonario se va de copas. No se conforma con la Copa Sudamericana y la Recopa, que bien están orgullosas en al vitrina de Núñez. La obsesión es la Copa Libertadores, y esta noche y nada menos que contra Boca, se dio un buen paso para llegar a cuartos de final.
Pero no solo este 1-0 fue una especie de revancha de la derrota el domingo pasado en la Bombonera (hay que buscar la clasificación allá el jueves), sino que mantiene la racha sobre ellos: cuarto triunfo al hilo ante el Xeneize jugando en el Monumental y por copas, cosa nunca antes lograda por nadie en el continente.
La segudilla comenzó en la Copa Libertadores 2000. En la ida, el Millo de Américo Gallego venció 2-1 en casa (Juan Pablo Ángal y Javier Saviola; Riquelme para la visita), aunque en la revancha ganó Boca 3-0 y pasó a semis.
Se volvieron a enfrentar en la Libertadores 2004. Tras la derrota por 1-0 en La Boca, el Más Grande ganó sobre la hora 2-1 en el Monumental (goles de Lucho González y Cristian Nasuti; Tévez había empatado transitoriamente) y forzó la serie de penales, que perdió 5-4.
La ansiada revancha llegó al fin el año pasado, en la semifinal de la Sudamericana. Los primeros 90´fueron 0-0 allá, y en la revancha el gol de Leonardo Pisculichi y ése 1-0 depositaron al Millo en la final, que luego terminaría ganando.
Esta noche, con el penal de Carlos Sánchez se ganó 1-0 y la seguidilla sigue en pie. Para que sea completa, hay que traerse de La Boca el pasaje a cuartos de final.
Nicolás Diz
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