Eduardo Coudet volverá a pisar el Monumental luego de once largos años, aunque esta vez estará en el banco rival. El Chacho será homenajeado y se llevará los aplausos y el cariño de todos los hinchas de River.
¿Qué se le pasará por la cabeza cuando esté por salir al campo de juego? Es difícil imaginar ese cóctel de recuerdos, emociones y sentimientos encontrados. Desde afuera, en las tribunas, habrá miles de almas que aplaudirán con una sonrisa y los ojos un poco humedecidos a aquel loco lindo que les regaló momentos memorables y gritó campeón en cinco oportunidades.
Es cierto que el reencuentro no será el esperado, con el personaje en cuestión haciendo de las suyas en el verde césped y con la banda cruzándole el pecho. Esta vez, estará del otro lado de la línea de cal y querrá que la suerte sea para Rosario Central. Seguramente cruzará abrazos y miradas cómplices con Gallardo, Cavenaghi y Aimar... un dejavú de tiempos gloriosos.
Cómo olvidar aquel gol de antología en la Bombonera o la rabona frente a Deportes Tolima. Solo algunas perlitas en el baúl de los recuerdos que se entremezclan con pelos platinados y piruetas en el aire. Este retorno a tierras millonarias será defendiendo colores que no nos caen nada simpáticos, pero todos sabemos que en el fondo, su corazón siempre será un poquito gallina.
Para Coudet... plaqueta, ovación y un gracias eterno. El Chacho vuelve a casa.
Macarena Álvarez Kelly
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