Si bien el título de la nota hace exacta referencia a los apellidos goleadores que tuvo River frente al “Bichito” de La Paternal, debemos dedicar el párrafo inicial a un hombre que enaltece la profesión como pocos: MARCELO BAROVERO. “Trapito” para los amigos, y también para sus compañeros que seguramente lo habrán felicitado por la enorme noche que tuvo siendo determinante para la victoria de los de Núñez. Un nuevo triunfo que ubica a River como líder del certamen pero no en soledad y sobre todo que suma fuertemente en lo mental para encarar el encuentro del miércoles próximo. Habrá que ser verdaderos tigres con hambre de gloria.
Pitazo inicial para el arranque del partido en La Paternal. Un comienzo bastante disputado, luchado en el medio, con los arqueros como espectadores de lujo que no tenían trabajo alguno, pero que en algún momento iban a aparecer. Fue Marcelo Barovero el primero en tocar la pelota más riesgosa de los primeros 20 minutos cuando a la salida de un córner le tapó de manera fenomenal un cabezazo a Franco Flores. Por el lado de River en ataque, todo pasaba por los pies de Gonzalo Martínez: era el “Pity” el que comandaba las acciones de peligro y tuvo una chance de tiro libre pero la malogró al tirarla por encima del travesaño. Se hacía de ida y vuelta pero sin tanta profundidad hasta que a los 32, Matías Kranevitter se la dio a Fernando Cavenaghi quien la recibió en tres cuartos de cancha y encaró totalmente habilitado. Miró para un lado, también hacia el otro, enfrentó al arquero Luis Ojeda y definió por lo bajo. Bien por el “Torito”, acostumbrado a hacerle goles al “Bicho”. De allí en adelante, solo destacamos un disparo de Martínez, luego de una gran jugada colectiva, que tenía destino de red pero Ojeda respondió muy bien en favor del equipo local. Al descanso en la hermosa noche porteña, a la espera de un complemento cargado de mucho fútbol.
Segundo tiempo para todos, menos para el “Pity” Martínez que abandonaba la cancha de manera temprana producto de un fuerte golpe y en su lugar ingresaba Lucas Boyé, de gran tarea y que sería determinante. Además de esta pérdida para el equipo que dirige Marcelo Gallardo, se sumaba la igualdad en el marcador. Sí, a los 12 minutos, desde un saque lateral la “peinaron” en el área y Lautaro Rinaldi de chilena se encargó de estampar la paridad. Gran gol del conjunto que comanda Néstor Gorosito y el juego se hacía más entretenido. Los dos querían ganarlo, los dos buscaban el desnivel y otra vez era de ida y vuelta. 8 minutos más tarde del 1 a 1, llegó la nueva ventaja para el “Millonario”: la manejó Boyé, se la dio a Cavenaghi y éste para Camilo Mayada. El uruguayo visualizó la llegada del juvenil en el área chica y dominándola con el pecho la acomodó por lo bajo. Bien por Lucas que en los últimos partidos ha demostrado gran nivel. En los minutos restantes, se destacó nuevamente una tapada extraordinaria de Barovero a Rinaldi que había metido un cabezazo a quemarropa. Nueva victoria, la cuarta de manera consecutiva para compartir la punta junto a tres equipos más.
Se hizo lo que se debía hacer: ganar, y más aun de la manera en que se hizo con la obtención del segundo gol luego de soportar la igualdad transitoria. Parece ser que ese “mal” que tenía el equipo de no aguantar los partidos lo dejó de lado y ahora juega otra mentalidad en los futbolistas. No queda otra para el miércoles próximo que repetir lo bueno que se hace en el ámbito local. A llevar la senda de triunfos al plano internacional y a esperar que un gran equipo como Tigres de México juegue como tal y le permita a River soñar con la clasificación. Soñemos todos, al fin de cuentas no cuesta nada.
Alexis Emmanuel Fuma
@alesn08
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