Pablo Aimar repitió su deseo de recuperarse rápidamente y saltar a la cancha. A su vez, destacó que el buen clima en el plantel lo seduce mucho.
La cuenta regresiva comenzó hace tiempo. El cordobés se encuentra en la recta final que lo depositará, nuevamente, ante la posibilidad de desplegar su fútbol. Siempre presente adonde van sus compañeros, apoya desde su lugar y le ruega al cielo poder sumarse cuanto antes.
"Volví con la esperanza de que las operaciones, los tratamientos y las rehabilitaciones me den la posibilidad de volver jugar en River. Sueño con volver a entrar a una cancha. Mi deseo es jugar un partido más. Si son dos, tres o 20, mejor. Si después no se da, no es porque no lo intenté", apuntó.
Su retorno a Nuñez estuvo minado de incógnitas e incertidumbre desde lo personal y lo físico, pero es cuestión de ir tachando los días. “Estoy poniendo todas mis energías, me he operado dos veces. Es crónica la lesión y eso lo hace más difícil. Estoy por empezar a trotar, me muero de ganas de jugar”, confesó.
Asimismo, la calidad humana reinante en el plantel lo invita a querer estar a disposición de Gallardo. “El grupo me sorprendió, son humildes, trabajadores, respetuosos. Cuando esas cosas se combinan, el ambiente es buenísimo y el resultado es más fácil. Puede llegar o no, porque el fútbol es un misterio. Me encanta ir todos los días a entrenar con esa gente”, indicó el Payaso.
Su vuelta se hizo esperar y, si bien sd manejaron diversas disyuntivas, se encargó de dar la versión oficial. “No estaba físicamente para jugar en un fútbol como el argentino. Se habla del agradecimiento al volver a un club. Yo tengo muy claro qué es ser agradecido, River para mí es un club enorme, no podés venir a agradecerle por lo de antes, tenés que venir si te da para jugar”, culminó en diálogo con DirecTv.
Lucas Ajuria
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