“Desde que tengo la ciudadanía, siento que le di una mano al club”, arrancó, emocionado, el uruguayo que el Muñeco supo recuperar. Claro, con su tramitación logró liberar la plaza que anoche ocupó Camilo Mayada. Parte de esa decisión se debió a lo que vivió en Argentina, primero en Godoy Cruz y luego en River, donde supo estrechar la mano en la página más negra. “No imaginaba este presente. Siempre disfruté de estar en acá y estoy muy contento por las cosas que me están pasando”, manifestó, quien es una pieza vital en la estructura del plantel.
Cuando Ramón Díaz le comunicó la decisión de no tenerlo en cuenta, Pato decidió quedarse a pelearla, pero la forzada llegada de Carlos Carbonero lo obligó a abandonar la institución por la puerta de atrás.
Lejos del Monumental, cambió el chip. “Cuando me fui a México, hice un clic. Me sirvió para darme cuenta que no había aprovechado al máximo la oportunidad que me habían dado y qué equipo había dejado. Sabía que irme no era lo mejor, pero estoy muy contento por haber vuelto y cambiar esa imagen que había dejado”, afirmó el charrúa, que destacó a la gente como factor clave para su superlativo desenvolvimiento. “A medida que fueron pasando los partidos, la gente fue reconociendo mi trabajo. Me da mucha alegría que se sienta identificada conmigo. Nos refleja el apoyo incondicional y eso es muy importante. El juego que hacemos es el que les gusta y eso se ve demostrado en el cariño”, apuntó.
Con el actual DT en el cargo, Sánchez tuvo que regresar desde Puebla para iniciar su segunda etapa. En ese lapso, el Muñe le lavó la cabeza para que se convierta en el todoterreno de hoy en día. “Tuvo que ver con la parte anímica. Desde el primer día, Gallardo me lo hizo saber con un montón de videos. Estaba donde quería y me sirvió mucho para levantar el nivel”, confesó. ¿Qué jugador le puso de ejemplo? “Ninguno, eran míos. Cómo jugaba, cómo entrenaba, mis errores… Me hizo mejorar día a día”, declaró alegremente.
Consciente del agotador almanaque que tiene el equipo, argumentó que la meta es superar lo obtenido. “No tenemos que conformarnos con lo logrado, sino corregir las pequeñas cosas que hemos hecho mal”, reveló. Respecto a los estilos del riojano y de Gallardo, ostentó los puntos semejantes. “La similitud con Ramón es la presión bien arriba y tener variantes en ataque, sabiendo que todos los equipos nos conocen. Marcelo hace foco en respetar el trabajo que venimos haciendo. No cambia de idea”, aclaró.
Le toca ser uno de los más grandes, pero hay otros que previamente dejaron una huella en la historia, casos de Cavenaghi y Aimar. “Los referentes son importantes no sólo en lo futbolístico, también en lo personal. Disfruto entrenar con ellos y ojalá se pongan a punto para que se puedan brindar dentro de la cancha”, clamó. Consultado por la llegada de Mayada, acentuó la mano que puede otorgar su compatriota: “Lo conozco muy poco, pero por su velocidad y despliegue va a ser muy importante para el grupo”, indicó, además de ilusionarse con compartir plantel en la Celeste. “Ojalá que podamos hacerlo. Nuestro objetivo siempre es ponernos la camiseta de Uruguay. No hay que bajar los brazos”, remarcó.
Por último, se refirió a la expectativa que genera en el ambiente un partido ante Boca, que casi con seguridad irá con suplentes. “Pensamos en nosotros, en dar una buena imagen. Queremos estar a la altura y hacer un buen partido”. Lejos de importarle el estadio, sacó pecho por sus intenciones: “La cancha es lo de menos. Uno siempre busca salir ganador del Superclásico porque es lo que te exige el club. Tanto nosotros, que tenemos la posibilidad de jugarlo, como el cuerpo técnico vamos a dar lo mejor”, finalizó.
Lucas Ajuria
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Entrevista por:
Marcelo Guzmán
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