
La dirigencia de River está disconforme con muchos aspectos que la marca alemana no está cumpliendo. Con varios años de contrato por delante, se instaló un incómodo problema.
Es uno de los matrimonios más largos que dio el fútbol. Desde 1982 que los europeos posaron sus ojos en La Banda para permanecer, hasta el día de hoy, impregnados en la casaca. Pero hubo un quiebre, algo que hizo repensar la cuestión a los directivos de El Monumental. En lo que fue un año de gloria y ensueño, Adidas no hizo notar su apoyo a River, ni por medio de publicidades televisivas ni por felicitaciones públicas en las redes sociales. Todo lo contrario ocurrió con los equipos del Viejo Continente. La marca que creó Adi Dassler agasajó a los campeones de Europa, de pie a cabeza.
Desde Nuñez no se sintieron incluidos en el festejo y empezaron las suspicacias, pero hay que mencionar que hubo complicidad en anteriores gestiones. A fines de 2012, el Frente de Agrupaciones ‘Primero River’ sentenció que el contrato entre con las tres tiras “es una de las tantas desprolijidades de la actual gestión (DAP)". Denunciando las irregularidades, clamó que "los directivos aclaren las causas por las cuales se adelantó la firma de un nuevo vínculo contractual con la empresa de indumentaria cuando ya existe uno vigente y que caduca en diciembre del 2014". Hoy, el vínculo tiene sello hasta 2018, con 6.5 millones de dólares anuales.
Antonio Caselli, presidente de la agrupación, explicó la situación en aquel entonces. "Si bien desde la empresa no dieron a conocer la cifra del contrato, trascendió que oscila en los 45 millones de dólares, cuando en realidad lo que recibirá el club son 28 millones", tiró.
Además, ofreció certezas sobre los ingresos: El club recibiría 17,9 millones de dólares hasta 2018, más 8,7 millones en concepto de regalías en siete cuotas y el alquiler del local al lado del Museo por 1.440.000 dólares, entre 2015 y 2018, cifra menor al anterior contrato por ese mismo local.
Yendo a fondo con el tema, aclaró el panorama real del trato. "La suma de estos conceptos arroja 28 millones de dólares y no 45 como quieren hacerle creer al socio. Además, los premios que pagará la empresa por los torneos locales e internacionales son muy bajos", apuntó.
Como ve, los problemas vienen desde hace rato. En cuanto al socio, lo que reclama es la tardía aparición, entre otras cosas, de la nueva indumentaria. La falta de imaginación para innovar con las camisetas es muy criticada. Un ejemplo es la notoria similitud entre la pilcha de entrenamiento (a la que no le pusieron el escudo) y la casaca de Colombia. Al comienzo del último certamen, ¡River no tenía el nuevo modelo disponible! Tuvo que esperar hasta la fecha 12 para estrenarla. Una ridiculez. La hinchada, ávida por comprar las novedades, debió aguardar casi tres meses para conseguirla en los locales. Y la agotó inmediatamente. Los impacientes compraron la ropa deportiva que ofrecen los vendedores callejeros, que incluso, ofrecen mucho más talles que los negocios oficiales. Encima, lo que los alemanes pretenden mantener en secreto, ya es un grito a los cuatro vientos en las redes sociales, donde se da a conocer rápidamente cada detalle que tendrá la nueva camiseta.
La frutilla del postre: River es quien más dinero le genera a Adidas, por detrás de la Selección de Alemania y el Bayern Munich. Exacto, así y todo, desagradecidos.
Lucas Ajuria
@Lucas_2793
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