viernes, 12 de diciembre de 2014

VOS PORQUE NO LO VISTE ATAJAR A BAROVERO


Durante mi infancia y mis primeros años de comenzar a descubrir al futbol y particularmente a River me topé con una especie de karma. Cada vez que le comentaba a mi viejo acerca de una atajada del arquero del momento, llámese Comizzo, Mono Burgos o Bonano, él sonreía socarronamente y me lanzaba un: "Vos porque no lo viste atajar al Pato Fillol". Por supuesto esa máxima tenía un carácter irrefutable.



En esta Copa Sudamericana, Barovero trascendió esa frontera que separa al “buen arquero” del “arquerazo”. Si contra Boca se había ganado el bronce en el penal ante el humeante Gigliotti, en la final se ganó el mármol con atajadas de esas que apuntalan al equipo en su peor momento, tanto en Colombia como en el Monumental. Arquero de equipo grande. Un auténtico "ganapartidos".



En la final tuvo su instante de gloria sobre el epílogo del primer tiempo cuando River tiraba de la manta corta, Teo erraba una tras otra y la defensa no hacía pie ante las picantes contras cafeteras. Faltaban cinco minutos para el descanso cuando Cardona se filtró entre la zaga millonaria y cruzó de derecha al gol pero se encontró con una tremenda respuesta de Barovero que con su rodilla clavada al piso sacó con su pie derecho lo que era el grito visitante. Sí con  el pie (¡como la que me contaste del Pato Fillol en la final del Mundial viejo!). Fue como el pie de Dios.



Desde que llegó al club, "Trapito" había tenido grandes partidos y atajadas memorables pero en el aire quedaba esa sensación de que todavía le faltaba dar un plus. A pesar de haber sido una pieza clave en el River campeón de Ramón, una lesión traicionera y la explosión del "Chichizolazo" en la recta final hicieron que el aporte de Barovero quedara injustamente diluido.



Y ese plus, ese reconocimiento unánime, llegó a consolidarse partido tras partido en esta Copa Sudamericana, donde el arquero sostuvo la ilusión millonaria a puro guantazo desde aquel lejano inicio contra Godoy Cruz hasta la final. Como postre la organización lo eligió como el mejor arquero de la Copa. No hubo nadie que le hiciera sombra.



Trapito ya suma su tercer título con la banda roja y si el Millonario continúa transitando esta onda verde de éxitos deportivos, Barovero va camino a convertirse en un histórico en el arco del Monumental. Uno de esos apellidos que salen de memoria a la hora de recitar grandes equipos. Uno de esos que cuando dentro de algunos años tu hijo te hable de alguna atajada, te permita sonreír socarronamente y contestarle: “Hijo, vos porque no lo viste atajar a Barovero”.



Pablo Domínguez

@mingopayo 

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