UN MINUTO DE SILENCIO…

Con M de Monumental, con M de Marcelo, con M de Muñeco y con M del recuerdo para su mamá. Me Meto en la final. Me vengo para siempre de vos. Me saco las ganas de verte afuera de la Copa. Maravilloso. Memorable. Majestuoso, como “Trapito”. Mágico, como el pie de “Piscu”. Mientras Marcelo Mira al cielo y recuerda a su Mamá, Leonardo le regala quizás la Mayor alegría como entrenador. Lo hicieron, supieron aguantarlo, fueron al frente, pegaron cuando tuvieron que pegar, marcaron cuando tuvieron que marcar. Lo ganaron porque lo buscaron, porque lo querían, porque así lo sentían. River sacó a Boca de la Copa Sudamericana y es finalista señores!!! El “Monumental” fue la fiesta que esperaron los hinchas, que querían tener viendo como el eterno rival se retiraba de la cancha con las manos vacías. Por la Mano de Marcelo al tapar ese penal que podía arruinarlo todo. Por ese pie Mágico de Pisculichi que supo dónde colocarla. Por esto y mucho más, la final es nuestra, los demás la miran por TV.

Alegría, delirio, emoción, llantos de felicidad, sufrimiento despojado y arrancado del cuerpo. ¡Por fin! Por fin River sacó a Boca de una competencia internacional y lo hizo de una manera más que aceptable sobre todo en el complemento. Allí fue donde ajustó las cadenas, donde presionó más arriba y solo lo ganó 1 a 0 por falta de eficacia a la hora de definir ya que contó con varias situaciones de gol. Bien por Teófilo Gutiérrez haciendo uso de la inteligencia en momentos claves. Aplausos para el esfuerzo interminable de Carlos Sánchez. Reconocimiento para Leonardo Ponzio por el estupendo segundo tiempo que jugó. Y qué decir de Barovero, de Pisculichi. Ambos fueron protagonistas absolutos de esta victoria inolvidable de River sobre Boca. Hay muchas iglesias!!!

Comienzo del partido: ¡y que comienzo! Apenas 15 segundos y tiro penal para Boca. Ariel Rojas se llevaba puesto a César Meli y el juez Germán Delfino de regular arbitraje sancionaba la pena máxima. Allí se paró desde los doce pasos Emmanuel Gigliotti pero la respuesta de Barovero fue formidable al pararle el tiro al delantero “Xeneize” y con mano cambiada como suele decirse. Así, River arrancaba su noche soñada por el impacto anímico que producía esto. Si bien hay que decir que el juego no era demasiado vistoso ni asociado, existía un plus por la gran atajada del 1 de Núñez. Y era el equipo visitante el que manejaba los hilos de un encuentro que era tremendo por donde se lo mire, con muchas faltas, vertiginoso y peligroso para cualquiera sobre todo para el conjunto que dirige Marcelo Gallardo que sufría otro ataque desde los pies de Federico Carrizo y la posterior llegada otra vez de Gigliotti quien chocaba con Barovero. Pero llegó el minuto 16 y la historia cambió. Allí se empezó a escribir otra historia, otra realidad. Leonel Vangioni tomó la pelota por el sector izquierdo y remató al borde del área grande a modo de “buscapié”. Apareció Pisculichi que no dudó y la colocó en la ratonera, en donde las redes del arco se besan y tocan el suelo. Fue el gol que puso a River en la final y sacó a Boca de la competencia. Abrazo contenedor de todo River para el “Muñeco” a pocos días de perder a su mamá.

Era justo solo desde esa efectividad al llegar y convertir. Boca no lo había hecho en las dos ocasiones con las que había contado y el “Millonario” no perdonó. Pero no todo estaba claro desde el juego. El rival, con sus características de buen equipo retaba a River a despertarse si no quería pasar sobresaltos. Entre Carrizo y Meli conducían al elenco dirigido por Rodolfo Arruabarrena ya que Fernando Gago salía por lesión y le dejaba su lugar a José Fuenzalida. Y aparecía otra vez Gigliotti como protagonista de un off-side que no fue y que terminaba en gol y con una chance muy clara de cabeza cuando la primera mitad llegaba al epílogo. Por el lado riverplatense, Teo contaba con una ocasión también de cabeza pero encontraba bien parado al arquero Agustín Orión. Descanso para los jugadores, y también para los hinchas que habían tenido un recibimiento inolvidable para el equipo.

Segunda mitad. Con las ganas de que pasaran los minutos pero además con la impaciencia porque el segundo gol no llegaba. River propuso más presión que en los 45 minutos anteriores y tuvo en Ponzio una figura destacada que ahí sí se dedicó a jugar, marcar y distribuir antes que pegar. Poco a poco el “Millonario” se metía la victoria en el bolsillo sobre todo porque “Trapito” era más espectador que protagonista. Las chances estaban, desde la conducción de Sánchez, el acompañamiento de Rodrigo Mora y la inteligencia de Gutiérrez. Boca ya no era el equipo del primer tiempo y no llegaba al arco. Y enfrente tenía a un River ambicioso que no lograba fortalecer esas ganas en la red. Lo tuvo Sánchez varias veces, Teo también contó con la suya para marcar pero la pelota solo entraría una vez en la noche. Las modificaciones de los futbolistas, entre ellas el ingreso de Fernando Cavenaghi y algunas interrupciones, el tiempo pasó y Delfino otorgó 5 minutos de adición. A los 49, Gutiérrez llevó a Daniel Díaz hasta el córner y “lo obligó” a que el defensor le pegara una patada que le costó la expulsión. Ya no había tiempo para más, River se preparaba para la gran fiesta. Llegó el pitazo de Delfino y las lágrimas de emoción se apoderaron de todos los hinchas que entre gritos y cánticos celebraron la gran victoria de los últimos tiempos.

Tenía que ser para el pueblo vestido de rojo y blanco. Es una alegría que no cabe en el pecho. Una felicidad que se apodera del corazón y se mantiene como una llama encendida. El River que comanda Gallardo está en la final de la Copa Sudamericana y enfrentará a Atlético Nacional de Medellín. Una locura monumental. Un recuerdo imborrable. Un día inolvidable para todos los hinchas de River. Lo merecía el “Muñeco” por estos meses de trabajo en los que supo cómo manejar a este equipo. De su mano, los de Núñez vuelven a disputar una final internacional. Durante años las palabras salieron de La Boca. Pero hoy, muchos deberán cerrar La Boca porque el finalista es River y nada ni nadie lo puede cambiar.

Alexis Emmanuel Fuma

@alesn08