¿Suerte? No, calidad. ¿Calidad? No, suerte. No te decidís, no sabes que decir. Porque juega muy bien y gana. Porque juega bien y también se lleva los 3 puntos. Porque no la pasa bien y se vuelve con la victoria en el bolsillo. ¿Cómo hace? Está vivo en los dos frentes que disputa. ¿Carácter? Sí. ¿Fútbol? A veces sí, a veces no. Y podríamos seguir horas y horas preguntándonos los detalles de éste River que dirige Marcelo Gallardo. Y las palabras abundan para ejemplificar lo sucedido, porque era el partido de la fecha, más allá de que no sea un clásico. Era el encuentro que todos querían ver y del que muchos esperaban un solo resultado: que River perdiera. Pero una vez más, aquellos que apostaron por el triunfo localista se quedaron con las manos vacías. Porque River es River, porque por algo llegaba a Santa Fe con el peso de ser el líder e invicto del certamen, porque tiene jugadores que definen partidos difíciles y porque cuenta con un entrenador que “lee” los errores y los convierte en aciertos: “Muñeco” bravo.
No ganó un partido más. No fueron 3 puntos que mantienen la diferencia en cuanto al resto. River ganó un partido de bicampeonato, en una cancha más que difícil y con muchas cosas en contra, como por ejemplo el marcador. Le bastó 45 minutos o 15 si tenemos en cuenta el tiempo que pasó entre ambos goles para llevarse un triunfo extraordinario de Rafaela. No existió la yeta en la fecha 13, no hubo maleficio que fuera efectivo. El River sensación que comanda Gallardo será recordado por mucho tiempo por los récords, por el invicto y, si sigue así, por los campeonatos obtenidos.
Un comienzo de partido que era como se podía imaginar en la previa: difícil, complicado, duro de llevarlo adelante. Si bien arrancó con ciertas luces que prometían un primer tiempo apasionante se fue el descanso con el marcador en contra. Porque Carlos Sánchez tuvo la primera y falló, porque Rodrigo Mora lo tuvo de cabeza y encontró bien ubicado al arquero Esteban Conde y porque “La Crema” acertó de contragolpe a la salida de un córner. A los 12, la condujo Federico González y se la dio a Diego Montiel quien sacó un remate estupendo con el pie derecho desde afuera del área y dejó parado a Marcelo Barovero. Llegó y convirtió y si de justicia hablamos estaba bien ya que River no había podido plasmar en la red lo que si conseguía el elenco que dirige Roberto Sensini.
Luego de la apertura del marcador, River nunca le encontró la vuelta a esa primera etapa. Si bien buscó como pudo, nada fue suficiente para equiparar las acciones. Atlético de Rafaela lo superó y no se fue al entretiempo con una diferencia más abultada solo porque González falló en la definición a los 42 minutos y porque Lucas Albertengo chocó con Barovero a los 44. Sí, en dos minutos dos ocasiones para el local que erró demasiado y lo sufriría en el segundo tiempo. Descanso en marcha, en la calurosa noche de Santa Fe.
Complemento en acción. Seguramente existió un “lavado de cabeza” para los “Millonarios” puesto que de arranque nomás ya se veía otra actitud. A los 4 minutos, Leonardo Pisculichi que había estado desaparecido en la primera etapa, marcó un golazo de tiro libre. A agarrar rápido la pelota y a llevarla al círculo central. El empate no servía, había que ir por más y fue por más ya que a los 20, el saque de meta de “Trapito” llegó casi hasta el área rival. Joel Sacks rechazó de manera corta con su cabeza y ese rebote quedó en poder de Ariel Rojas, otro ausente en los primeros 45 minutos. El “Chino” vio ese pequeño hueco que dejó Conde y con un toque sutil con su pie izquierdo, pero con la fuerza suficiente, la mandó a guardar. De allí hasta el final todo fue electrizante, para el infarto, sobre todo en los últimos minutos, con Sánchez que estrellaba un disparo en el travesaño, con Mora que se lo perdía en el rebote, con el ingresado Sebastián Driussi que no podía definirlo, con otro de los ingresos como el de Augusto Solari que no podía marcar y del otro lado con un Jonathan Maidana que sacaba todo pero que fue más que clave al detener un remate de Nicolás Royón. Con muchos suspiros para que no se lo empataran, aguantó hasta el final y se trae de Santa Fe un triunfo que quizás sea de bicampeonato.
Va por todo. Quiere todo. Lo demuestra presentación tras presentación. Se repone de todo momento negativo. Aunque tenga un mal primer tiempo, aparece en el segundo y en pocos minutos te lo da vuelta. Es la maquinita, por no decir “La Máquina”. ¿Quién lo para? Por ahora, NADIE. Pero ya pasó, a pensar en lo que viene que es el partido de ida por los Cuartos de Final de la Copa Sudamericana. Luego, el choque en el torneo local y después el partido de vuelta por Copa. Se vienen los 3 enfrentamientos ante Estudiantes de La Plata. Los “Millonarios” ya tienen plata, es hora de buscar el oro que le permita seguir soñando con la doble corona.
Alexis Emmanuel Fuma
@alesn08
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