
En diálogo con el Diario Olé, Lucas Boyé se sinceró y dio a conocer sus sensaciones en la jugada que podría haberlo coronado como héroe.
Era el último minuto del partido, River había empatado el clásico pero iba a tener una oportunidad única en la cabeza del juvenil Boyé, pero la falta de experiencia le jugó una mala pasada y la tiró afuera. Esa jugada iba a quedar impresa en el rostro de cada hincha riverplatense que se encontraba en el estadio Monumental.
"Hablé con mis viejos, mi familia y mis amigos, que me tranquilizaron. Pero no pude dormir. Me dio mucha bronca esa jugada. Me apuré por la ansiedad y al ser en el último minuto me dejó más intranquilo todavía”, reconoció el delantero de River.
El juvenil también admitió la falta de experiencia en ese tipo de jugadas y la sensación de jugar un clásico: "No estoy acostumbrado a estas cosas. Marcelo Gallardo me tranquilizó, mis compañeros me dijeron que un gol lo erra cualquiera. Jugar un Superclásico es una de las cosas más lindas que me pueden haber pasado. Y una vez que me llegó, no me voy a hacer la cabeza por una pelota”.
Por último, levantó la cabeza, frente en alto y dejó las expectativas abiertas de sus futuros goles: "Para cualquier chico jugar el Súper es muy fuerte y por ahí una pelota te da mucha ansiedad o ganas de terminarla de una manera y no se puede" y agregó: “Tengo que seguir aprendiendo que ya van a llegar muchos goles".
Matías Medina Yráizoz
@matimedinay
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