
En las horas previas a este encuentro clave por la lucha del campeonato y sobre todo por la punta que estaba en juego, el Director Técnico de Gimnasia de La Plata, Pedro Troglio, había dicho que durante el partido de Olimpo y River miraría una novela y haría zapping. Le salió bien ya que el conjunto “Millonario” perdió la punta al igualar 1 a 1 con el elenco “aurinegro”. Quizás al visitante le faltó mirar la novela del último torneo en el que se coronó campeón, justo frente al equipo bahiense. “Eran otros tiempos, era otra la historia” dice un pedacito de una canción que se utilizó hace un tiempo para una publicidad. Y claro que eran otros tiempos, casi seis años menos en un River en el cual jugaba, entre otros, un tal Ariel Ortega.
Al decir esto no se menosprecia a nadie. Los jugadores de River no son menos que ningún rival en un Fútbol Argentino en el que todo es muy mediocre y cambiante. En esta oportunidad, los de Núñez perdieron la punta pero no la ilusión. El repaso del Torneo Final 2014 hace pensar que en cualquier momento puede estar puntero otra vez y volver a depender de sí mismo. Pero lo cierto es que dejó escapar la gran chance y ahora comparte la segunda ubicación junto a otra sorpresa del certamen, Godoy Cruz Antonio Tomba de la provincia de Mendoza.
Raro, dubitativo y extraño. Así fue el arranque del primer tiempo, al menos los primeros minutos, y utilizamos el término extraño ya que no pasaba absolutamente nada y en esta nada hasta podíamos incluir el “tirito” de Fernando Cavenaghi a las manos del arquero Nereo Champagne en un leve intento de River que no llevó peligro alguno. Todo era por demás de paciente, ninguno era más que el otro hasta que el visitante tomó una cierta ventaja sobre su rival. Este aire le permitió al equipo que dirige Ramón Díaz adueñarse del mediocampo y establecer un juego colectivo desde los pies de Jonathan Fabbro y Carlos Carbonero. Y fue el mismo futbolista colombiano que abrió el marcador con un remate hermoso que incluyó una comba deliciosa a los 15 minutos. La jugada había nacido en el sector izquierdo y llegó hasta el derecho. Luego de un rechazo en el área, Leonardo Gil “durmió” y el cafetero ganó posición y pelota desde la presión. A festejar junto a los hinchas “neutrales”.
Ahora sí, el “Millonario” era más en el resultado y en el juego y pudo sostener esto durante un gran lapso de la primera mitad pero solo gozaba del control del balón sin llevar demasiado peligro al arco de enfrente. Con poco, Olimpo se adelantó en la cancha y apretó a River. Esto permitió el lucimiento del arquero Leandro Chichizola al taparle el empate a Iván Furios que con un cabezazo a la salida de un córner hizo que todos los hinchas bahienses se agarraran la cabeza. Fue un aviso ya que luego se lo perdía José Valencia y las situaciones continuaban. Luego de esto, el reloj marcó el minuto 44 y fue testigo de la igualdad. El tiro libre llegó hasta el área y posibilitó que la bajaran de cabeza al medio. Apareció Pablo Lugüercio, estampó el empate e hizo efectiva una de las viejas frases del fútbol: dos cabezazos en el área equivale al gol. Así se fue el primer tiempo, quizás algo parejo en un campo de juego que en varios sectores no se podía hacer pie. Descanso en marcha.
A todo o nada. Así sería el complemento. Con las ganas de uno, con el deseo del otro. Olimpo y River protagonizaron 45 minutos finales de ida y vuelta. Si bien las chances más claras fueron para el visitante, hay que darle mérito al local por saber aguantarlo. En líneas generales podría decirse que la igualdad estuvo bien. River lo tuvo con un tiro libre de Cavenaghi que se fue por encima del travesaño y con un disparo de 30 metros de Leonel Vangioni pero el mismo dio en el palo con la intervención del arquero Champagne. Impresionante la tarea de Jonathan Maidana que sacó todo, anticipó todo y marcó hasta más no poder. Aplausos para un baluarte en la defensa como el gran “Johny”. Se terminó el partido, y los de Núñez no solo perdieron la punta sino también dos puntos importantísimos de cara al final.
Ahora la novela la deberá mirar Ramón Díaz. Pero que no solo sea eso lo que mire, que también observe lo que se hizo mal en Bahía Blanca para poder ganarle a Racing y esperar que Gimnasia deje puntos en el camino. Es raro el semblante, es inconclusa la forma de sentirse. River no jugó mal pero tampoco lo hizo de manera impecable. Queda esa espina por no haber ganado y quizás tiene a su favor enfrentar a un elenco descendido en la fecha número 18 como lo es Argentinos Juniors. Pero a no confiarse a confiar en sí mismo. Todo es posible ya que nada es imposible.
Alexis Emmanuel Fuma
@alesn08
0 comentarios:
Publicar un comentario