
Como todo buen hijo, como aquel que amó a
quien lo vio crecer, Fernando hoy vuelve a calzarse aquella remera que
atestiguó su amor; sus botines vuelven a besar el césped que arropa al templo
futbolístico más grande del mundo, su alma vuelve a arroparse de aquel manto
que recubre su corazón: Cavenaghi, por fin, volvió a su casa, volvió a River
Plate.
Las negociaciones tuvieron idas y venidas,
como cualquier otra, aunque para todos fue una muy particular, con un sabor
diferente. Se trataba de alguien que derrochó amor ante cada toque, ante cada
gol; fue quién volvió en el peor momento de la historia del club para cargar en
su espalda una gran responsabilidad, devolverlo al lugar que su historia
dictaba.
Tuvo una salida desprolija pero siempre dejó en claro que aquí dejaba
su corazón, y como quien no vive sin él, volvió para volver a sentir aquella
emoción que llena su alma, su vida.
Hoy, 2 de enero, Fernando Ezequiel
Cavenaghi se vuelve a poner la camiseta del más grande, siendo esta su tercera
etapa en el club, cumpliendo con su palabra, cumpliendo con sus sueños, y como
no estaba de más, robando una sonrisa a todo el mundo River, que lo esperaba
más que a nadie.
Llega el Cavegol, el Torito, el Goleador
amor, hoy vuelven los goles de Fernando a River, hoy vuelve a robar sonrisas,
quien dejó lágrimas tras su partida.
En su tercera etapa en el club, deseamos un
sinfín de éxitos a Fernando Ezequiel, a nuestro goleador, que a partir ahora
escribamos una historia diferente… ¡BIENVENIDO NUEVAMENTE, CAVEGOL!
Pablo Gugo
@Pablogugo
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