Existen dos palabras tan sencillas como conocidas. Atención y concentración. Fáciles de aplicar si el profesionalismo se maneja no solo con intenciones de cobrar el sueldo, sino también con la necesidad de defender la camiseta que tienen puesta, con la mentalidad de cuidar la historia, con las ganas de ser mejores que los rivales. Ciertos jugadores de River evidentemente no encajan con la banda roja que cruza el pecho.
En el día en el que se cumplían 30 años de la desaparición física de ÁNGEL AMADEO LABRUNA parece ser que se olvidaron de rendirle un pequeño homenaje. El “Millonario” perdió en Ecuador ante el “conocido” equipo Liga Deportiva Universitaria de Loja. El “feo” también sufrió desde arriba.
Hace años que el club de Núñez no protagoniza los primeros puestos del ranking mundial. De manera internacional, el último logro data de 1997 con la Super Copa. Años nefastos, oscuros, con presidencias paupérrimas y decisiones estrepitosas. Éste debería ser el año del despegue, con Ramón Díaz como Director Técnico. Pero lamentablemente cuenta con algunos futbolistas que da la impresión que jugaran por jugar, porque el entrenador los pone de titulares. Una forma muy desagradable de ser profesional.
Fue una primera etapa tirada a la basura. 45 minutos desperdiciados en los que River hizo todo lo contrario de lo que debía hacer. No se trataba de esperar al rival, sino de salir a atacarlo, de generarle el peligro necesario para convertir goles de visitante sabiendo lo importante que es. Si bien la iniciativa la tomaba la Liga, su poderío ofensivo no era tan preciso. El juego era irresoluto, con imprecisiones, sin llegadas claras. Parece ser que Ramón está empecinado en estos planteos cautelosos cuando el equipo disputa un partido de Copa y claro está que si propone un juego así, las chances de ser protagonista son pocas, casi nulas. Más aún si Jonathan Fabbro cada vez que recibía la pelota la largaba sin sostenerla, sin llevarla adelante y poder desplegar todo lo que sabe. El balón llegaba a sus pies pero rápidamente se la pasaba a un compañero que quizás no era quien debía luchar y asistir al solitario Teófilo Gutiérrez.
Tanto el ex Cerro Porteño como Manuel Lanzini no podían conducir a River y todo se tornaba más que difícil. Liga se adelantaba en el campo desde la capacidad de Julio Ayoví, Jonny Uchuari y Fabio Renato quien bajaba constantemente para dar una mano, y poco a poco el local ya tomaba el protagonismo de manera absoluta. Hasta que el minuto 32 fue clave para el desarrollo del complemento. Jonathan Maidana, quizás algo incómodo en su posición, cometió una falta en el sector izquierdo, lo que permitió la jugada preparada de Liga y luego de dos toques fue Pedro Larrea quien estampó el 1 a 0. Era medianamente justo ya que River no intentaba nada. La idea era que “Teo” no estuviera solo, pero sucedió eso desde el comienzo y todo se complicaba en demasía. Descanso en marcha y a cambiar obligadamente, al menos el planteo.
Segunda etapa en juego. River con la necesidad de igualar en el marcador y buscar emparejarse en las acciones. Podía verse un aceptable cambio en el cual se mantenían los nombres y las posiciones, y la mentalidad era otra desde los pies de Lanzini que contagiaba al resto de sus compañeros. “Manu” tuvo la primera de peligro a los pocos minutos pero el arquero Luis Fernández fue más efectivo y mandó el disparo al córner. La idea de atacar y mandar el equipo hacia adelante estaba, solo restaba el gol y el mismo llegó. Nuevamente el protagonista de la acción fue Lanzini, quien limpió el camino con pelota dominada y envió el centro a media altura para la llegada de Osmar Ferreyra. El “Malevo” se tomó su tiempo, remató con el pie izquierdo por lo bajo y dejó parado al guardameta de Liga. Todo ocurría a los 13 minutos y la mejora del conjunto que dirige Díaz era notoria, pero en el mejor momento del “Millonario” llegó la inocente e innecesaria falta de Germán Pezzella en el área. Una patada filosa del defensor a Uchuari que, a instancias del juez de línea, el árbitro José Buitrago cobró tiro penal. Y fue el mismo mediocampista quien se encargó de patear a la izquierda de Marcelo Barovero, convertir el tanto y sellar el resultado a los 18 minutos.
Quedaba mucho tiempo para tratar de conseguir el empate pero la suerte no acompañó al elenco de Núñez aun con los ingresos de Federico Andrada, Carlos Carbonero y Leonel Vangioni. ¿Polémica otra vez en el final? Gutiérrez quedó solo en el área y tras fallar en su remate soltó el pase para Gabriel Mercado quien convirtió el tanto pero todo fue anulado por al árbitro asistente. Haya sido o no posición fuera de juego, River no puede depender siempre de milagros. Hay que hacer los goles: Liga hizo 2, River 1 y por esta sencilla razón se retiró perdedor del Estadio Federativo de Loja. A imponer jerarquía en casa.
Nadie duda del prestigio, la experiencia y la capacidad de Ramón, pero sería más relevante ser protagonista en cada encuentro. El riojano tiene sabiduría futbolística, aunque las pruebas no le dieron los resultados que pretendía. Fabbro ya se perfila como un claro ejemplo de que en este equipo no encuentra su lugar. No gravita, no juega, camina la cancha. Así se hace todo más difícil. Pero queda una semana para pensar, para estar atentos al planteo de Ramón. Hay futbolistas capaces, con mucho rodaje, con ganas de lograr cosas importantes. Solo resta salir al campo de juego y dejar la vida en cada pelota.
Alexis Emmanuel Fuma
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