La casualidad volvió a meter la
cola en el fútbol y en esta ocasión trajo una que los hinchas de River nunca
hubiesen querido saber. Los libros de historia dirán que Giovanni Simeone
debutó en primera división ante Gimnasia de La Plata en el Bosque y se llevó en
el bolso una derrota. Los mismos libros dicen que su padre, Diego Simeone,
debutó un 13 de septiembre de 1987 ante idéntico rival en el mismo estadio y
que Vélez, su primer equipo, también se llevó una derrota de la ciudad de las
diagonales.
El hijo del Cholo tuvo un
aceptable debut y sus pocas ocasiones de olfatear el gol fueron más por
limitaciones ajenas que propias. En el primer tiempo Giovanni estuvo muy
aislado y más allá de no recibir juego, nunca se achicó y peleó de igual a
igual con la áspera defensa platense. Simeone además fue el primer eslabón del
andamiaje defensivo haciendo un gran desgaste en la presión de la salida rival
y tirándose atrás para pivotear los pelotazos de la defensa propia.
En el segundo tiempo la historia
no cambió demasiado. El trámite siguió trabado en el mediocampo en un partido
muy áspero en el que el juego asociado brilló por su ausencia. Cerca del final
del encuentro, el Cholito tuvo una que podría haber cambiado la historia.
Carlos Sánchez envió un centro desde la derecha, el pibe se anticipó a la
defensa con un gran movimiento y metió un furioso cabezazo abajo como mandan
los libros, pero Monetti se estiró y a puro reflejo le manoteó, la tapa de los
diarios del lunes, al córner.
Habrá que ver como sigue la
evolución de Simeone con la llegada de Teo Gutiérrez, la chance de Rodrigo Mora
y la posibilidad de incorporar algún delantero más. El juvenil cumplió con su
padre y pese a no poder vencer a las malditas casualidades sigue pidiendo
pista.
PABLO DOMÍNGUEZ
@mingopayo
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