Aunque el partido amistoso de anoche frente a Racing no contó con la presencia de público visitante, el operativo de seguridad que se observó en el Estadio Monumental fue increíblemente numeroso.
El domingo fue atípico, tanto como lo fue toda la semana previa. Desde que se supo el valor insólito de las entradas, la gente riverplatense se mostró firme en su acto de disconformidad y, lo que debería haber sido una fiesta, como lo es cada domingo, terminó siendo un entrenamiento fuerte con casi diez mil simpatizantes. Aunque mas fuerte aún, fue el operativo de seguridad montado por la Policía Federal.
Sin público visitante, con tribunas inhabilitadas y poca concurrencia de gente, fue casi irrisoria la cantidad de efectivos policiales que se vio ayer en las adyacencias a la cancha.
Como método de “prevención”, se separaron las intersecciones de las avenidas Udaondo y Figueroa Alcorta tal y como se puede observar en un partido por los puntos. Además, fue bloqueado en ingreso por la calle Quinteros, que es por la cual comúnmente ingresa la parcialidad visitante.
Desde el APreViDe (Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte), respondieron que semejante operativo fue a causa de un rumor que se había instalado en la previa por un fuerte choque entre las facciones de la barra de River, y querían evitar lo ocurrido un fin de semana atrás con la barra de Boca.
Pero lamentablemente, esta inquietud que tenían los encargados de la seguridad desembocó en un innecesario maltrato hacia los pocos hinchas millonarios que se habían acercado al Monumental para ver el partido.
Pregunta de este humilde servidor: en vez de reprimir al hincha que pago su entrada, ¿Por qué no sacaron a las personas que vendían entradas de reventa ¡a 30 metros de ellos! a precios de ventanilla? Insólito.
Emmanuel Tulipani
@manu_rp25
FOTO: LPM
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