Ante tanta crítica y a un partido de finalizar la participación en estos amistosos de verano, fueron un mal necesario para la levantada de este River. ¿Porqué te contamos acá?
Marcelo Gallardo fue claro con respecto a su opinión sobre los Torneos de Verano: "A mí sinceramente estos partidos de verano, desde que era jugador, la verdad que me joden un poquito. Ahora que soy técnico peor, me jode mucho más".
Si bien tiene razón, acortan los tiempos de trabajo y muchas veces son "incómodos", esta vez le dieron una sonrisa al entrenador Millonario. River venía teniendo un bajo nivel, con jugadores en un rendimiento paupérrimo. Pero los tres partidos que lleva jugados, ayudaron a que muchos demostraran que realmente quieren vestir La Banda.
El primero se vio en el partido ante Independiente, un refuerzo criticado por sus tres etapas en el club, Nicolás Domingo, le alcanzó un encuentro, y un rato ante el Xeneize, para dejarle en claro a la gente que puede ser importante en el esquema que plantea Gallardo.
Se habló mucho sobre Éder Álvarez Balanta, si bien ya había levantado en el Mundial de Clubes, ante Independiente y el rival de toda la vida, recuperó la memoria del todo y volvió a ser clave en la defensa, el mismo lo confesó: "Volví a creermela".
Leonardo Pisculichi está intentando recuperar el nivel que tuvo en el 2014, clave para ganar la Sudamericana, y frente al clásico rival se lo vio lucido, rápido, introvertido, dejó la sensación de que está encontrando su forma.
Por último, un combo de jugadores que tuvieron seis meses muy malos, Sebastián Driussi, Nicolás Bertolo y Milton Casco. El primero volvió a sus raíces como 9 de área y mostró su olfato goleador, destapándose con dos goles ante San Lorenzo. En tanto Nico tuvo un gran segundo tiempo ante el mismo rival, encarador, con un juego simple y animándose a llegar a definir.
Por último, en un párrafo aparte se encuentra Casco, el más criticado de los que llegó, parece estar entrando en la sintonía del equipo. En el River-Boca le tocó entrar por el sector derecho tras la lesión de Gabriel Mercado, y si bien entró inseguro, fue creciendo con el correr de los minutos y coronó un buen partido. Pero lo mejor del lateral se vio ayer ante San Lorenzo en Mar del Plata. Estuvo desde el arranca como lateral izquierdo, algo impreciso en el primer tiempo, aunque sin descuidar la marca. Pero en el segundo tiempo demostró porqué llegó a River, quite y despliegue en ofensiva, lo que se espera de él.
Si bien nadie quiere jugar estos partidos de verano, este año al Millonario le están sirviendo, no sólo en individualidades, si no también en lo colectivo. Reencontrándose con el fútbol que tantas alegrías le dio. ¿Podrán repetir los logros?
Luciano Rios Álvarez Quintana
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