El Muñeco confesó que el goleador intentó decir basta pero lo convencieron de seguir. Además, analizó la transformación del equipo a lo largo de la Copa y se acordó del Enzo.
Llegó a River para devolvernos a la élite del fútbol internacional, de donde jamás se tuvo que haber ido. Se convirtió en un entrenador de ensueño que, tarde o temprano, muchos clubes vendrán a buscar, pero su corazón permanece en Nuñez, donde acaba de conseguir su primera Libertadores al mando de un hambriento plantel, tal como el que integró en 1996. En base a ello, cercioró que aún no logra caer en la realidad de lo acontecido. "Con la dinámica de competencia a veces no te detenés a pensar. Fue un año muy intenso, con muchísimas competencias, no nos podíamos detener, tratábamos de ser competitivos. Y eso nos hizo cada vez más fuertes como equipo y nos fuimos reconstruyendo partido a partido y torneo a torneo. Esto es algo histórico, va a ser muy fuerte cuando nos demos cuenta", indicó emocionado.
Al margen del fútbol champagne con el cual deslumbró en sus comienzos, aseveró que sus jugadores entendieron el momento, que ameritaba más temperamento que juego. "Se ganó con autoridad y merecidamente, después de tantas cosas que pasaron, nos rearmamos continuamente. Este equipo se venía manifestando, había que entender y jugar de esta manera. Las finales se juegan para ganar. A veces hay nervios y ansiedad, era una Copa que venía muy cargada por la gran cantidad de años que no se ganaba y había mucha ilusión. Había que jugarla como se jugó. Concretamos en los momentos justos y se dio a favor. Después del gol pudimos plasmar lo nuestro en el segundo tiempo con inteligencia", declaró ante los micrófonos de Fox Sports.
La despedida de Cavenaghi significó un baldazo de agua fría en medio de la alegre lluvia que se apoderó de la fiesta. Por su parte, Gallardo sacó a la luz una anécdota sobre el goleador, que estuvo a punto de rendirse. "Más allá de que jugó, no le estaba haciendo un tributo a Fernando. En un momento determinado, sin cantidad de minutos en Copa, había sido tenido en cuenta en el torneo y le dije que esperara su oportunidad, que siguiera. Quiso tirar la toalla, lo convencimos y tuvo su premio, que fue retirarse en la cancha y más en una final de Libertadores", analizó, consciente de que el capitán y referente logró cumplir su sueño ante su gente y en un marco esperado.
El descubrimiento de su potencial como técnico se debe a la confianza y las garantías que le otorgó la dirigencia, siempre enfocada en apoyar sus decisiones. Pero hubo una persona que en todo momento lo tuvo como prioridad y lo candidateó para suplantar a Ramón. "Valoro mucho el apoyo incondicional, más allá de ser la cabeza, este grupo tiene valores impresionantes. La capacidad de esta dirigencia con mucha gestión. Rescato al Enzo (Francescoli) que siempre acompañó en silencio y con apoyo, lo cual es muy valioso. Hay un gran equipo, soy la cabeza de un gran grupo”, señaló.
Superado por su exitoso presente, repasó brevemente los objetivos cumplidos. "Esto es lo más hermoso que me puede pasar, estoy donde quiero y lo disfruto de esta manera. Es lo más loable que uno puede tener, trabajar y disfrutarlo", cerró.
Lucas Ajuria
Follow @ajurialucas93
0 comentarios:
Publicar un comentario