Al finalizar el partido, Marcelo Gallardo se acercó al vestuario y se sacó una foto con el equipo de Liniers, en un acto de grandeza.
Anoche, el partido fue un trámite para River. La diferencia de tres categorías entre el campeón de la Sudamericana y Recopa contra el Chivo del Federal B se enfatizó notablemente en el verde césped, y el Millo clasificó a 16avos de la Copa Argentina sin despeinarse.
Sin embargo, a este equipo no solo lo caracteriza el lado deportivo, sino el más importante, el lado humano. Y la cabeza de este plantel, Marcelo Gallardo, representa a River: ganador dentro y fuera del rectángulo del juego.
Es así que el Muñeco, apenas terminó el partido, en charla con la TV Pública felicitó a Liniers por su enorme esfuerzo y no solo eso, sino que se acercó al vestuario a saludar a los dirigidos por Fabián Tuya y sacarse una foto con ellos, un recuerdo imborrable para el conjunto bahiense.
Gallardo es de los entrenadores que sí dan la nota. No con frases polémicas, chascarrillos innecesarios o protestas alevosas frente a un micrófono. Él predica con el ejemplo y entiende la esencia del deporte.
Nicolás Diz
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