Una tarde muy esperada, un día muy anhelado y sobre todo una jornada bien riverplatense. Fue la tarde de los regresos, la de los sentimientos encontrados y la de los aplausos hasta quedar con las manos coloradas. Volvió un viejo conocido que dejó su marca explícita en el club: Eduardo “El Chacho” Coudet, hoy Director Técnico de Rosario Central, pisó el césped del Estadio Monumental luego de muchos años y fue recibido con mucho cariño por los hinchas de River. Pero todos esperaban el otro regreso, el más importante, el del niño que ya es hombre. El Antonio Vespucio Liberti se vino abajo cuando a los 29 minutos del complemento Pablo César Aimar volvió a jugar con la camiseta “millonaria” y para celebrar este gran día el equipo que dirige Marcelo Gallardo superó al “Canalla” por 2 a 0. Muñeco y Payaso, felices.
La vida no le cerró las puertas del retorno a Aimar ya que Pablo siente que cumplió un sueño al volver a ser parte del primer equipo de River. El cordobés, sin ponerse plazos, buscará disfrutar de cada partido en el que le toque estar y eso hace por demás de feliz al hincha porque todos siempre celebrarán la vuelta de ciertos futbolistas que fueron más que eso precisamente y el “Payasito” no es la excepción. Se lo vio bien, movedizo, con el juego a un toque y hasta se dio el lujo de tirar un caño: salud por el retorno de un gran profesional que luchó mucho por este regreso y él mismo siente que puede dar más. Todo a su tiempo, está en su casa.
Antes de todas estas emociones, hubo otros 75 minutos de un partido durísimo para River que tuvo que trabajar demasiado para vencer al conjunto rosarino. No fue nada fácil ganar este encuentro ya que el elenco que comanda Coudet cuenta con un fútbol verdaderamente interesante, ordenado, con ideas claras y por algo llegaba a Buenos Aires con un invicto de alta categoría. Era necesario pensar con la pelota en los pies para intentar quebrar la vaya visitante pero en los primeros minutos todo se hacía cuesta arriba, de hecho era el “Canalla” quien manejaba el balón y era más pesante que los de Núñez hasta que a los 13 minutos todo se dio vuelta: la jugada la inició Ariel Rojas por el sector izquierdo y el “Chino” la cambió toda para Leonardo Pisculichi. El número 15 de primera la alargó para Teófilo Gutiérrez y el cafetero con una calidad formidable la tocó por encima de Mauricio Caranta. Golazo de River, imponente definición de Teo que volvió a tener un buen encuentro.
Esta apertura del marcador abría una serie de incógnitas y una de ellas era saber si Rosario Central sentiría el impacto y se desordenaría futbolísticamente. Nada de ello sucedió puesto que el equipo de Rosario tiene futbolistas de muy alto nivel como los casos de Damián Musto, Franco Cervi, Jonás Aguirre, César Delgado y obviamente la presencia del goleador Marco Ruben, entre otros. Pero ninguno de ellos hoy pudo con la resistencia de un notable Marcelo Barovero que tapaba una pelota de gol cuando el primer tiempo llegaba a su fin. Si bien River pudo haber logrado la segunda conquista con un remate de Pisculichi, se fueron al descanso, y al equipo no le sobraba absolutamente nada.
Segunda mitad en acción. Un préstamo continuo del balón pero con un Central más punzante que estuvo a tiro de lograr la igualdad. A pesar de la derrota, fue un gran partido del conjunto que dirige el “Chacho” que por protestar de manera reiterada sufrió la expulsión por parte del árbitro Néstor Pitana. Error del juez en no cobrar un claro penal de Ramiro Funes Mori a Ruben en la primera etapa. La autoridad del encuentro no estuvo a la altura y dejó que, por ejemplo, Gutiérrez y Yeimar Gómez Andrade se pegaran como si fueran luchadores de Vale Todo.
Los minutos pasaban y la gente se moría de ganas por ver a Aimar. El minuto 29 fue testigo de la vuelta del cordobés cuando Pisculichi le dejó su lugar. Muy buenos movimientos de quien llevó la camiseta número 35 y hasta le tiró un caño a Andrade. El partido terminó con la valla en cero para River producto de la imponente actuación de Barovero que tapó pelotas impresionantes con destino de red. Parecía que sería victoria por la mínima diferencia pero a los 44 Camilo Mayada inició la jugada que él mismo culminó. El centro lo envió Augusto Solari para que el cabezazo de Lucas Boyé diera en el palo y el uruguayo se la llevara por delante y le baje la persiana al encuentro con el 2 a 0. Importantísimo triunfo para arrimarse a la punta y aún queda el partido pendiente frente a Tigre. Ganó River, quizás solo motivado por los colores que tenía enfrente.
Lo disfrutamos todos. El encuentro pasó a un segundo plano cuando Aimar pisó el césped del “Monumental”. Ojalá para más alegría de todos, que éste sea el comienzo de grandes logros tanto para Pablo por el esfuerzo realizado como para aquellos que sienten emoción al verlo jugar. Luego de la obtención de la clasificación a las Semifinales de la Copa Libertadores, había que obtener otro triunfo para no perder camino en el torneo local y, a pesar de que no se jugó tan bien, vale haber ganado los 3 puntos frente al único invicto que quedaba en el certamen. Rojo y blanco, fue más que azul y amarillo.
Alexis Emmanuel Fuma
@alesn08
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