lunes, 11 de mayo de 2015

UN CERO NO TAN CLASICO


Era previsible, era de esperar que sucediera y lamentablemente pasó. Históricamente nos habían regalado partidos súper atractivos, inteligentes, con emociones, con fútbol, sobre todas las cosas, y en ésta ocasión ofrecieron un bodrio, un espanto al deporte, un atropello a la moral, para ser bien extremistas. No jugaron absolutamente a nada, no se esforzaron por devolverle algo a la gente que pagó la entrada por verlos y, claro está, finalizaron igualados sin emoción alguna. River y Racing, protagonistas del clásico más antiguo del fútbol argentino, solo se presentaron en el Estadio Monumental para ser partícipes de algo que disfrutamos todos: la entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino. No hubo nada más interesante en la fría tarde de Núñez.

Decíamos que era previsible que fuera un aburrimiento total por la formación que ambos presentaban en su mayoría, pero aun así había nombres interesantes que podían generar algo. Tanto el “Millonario” como la “Academia” cuentan con jugadores que habitualmente no son titulares pero que forman parte de la Primera División, con todo lo que ello implica. Queríamos un buen partido y esto no pasó, los arqueros no tuvieron trabajo, y los 20 futbolistas restantes solo se encargaron de prestarse el balón continuamente sin lograr quebrar el cero. Los dos tienen la cabeza metida de lleno en la llave de definición de los Octavos de Final de la Copa Libertadores, pero…

¿Cómo describir el contexto del partido? ¿De qué argumentos nos valemos para contar lo “expresado en la cancha” en los 90 minutos? En el equipo que dirige Marcelo Gallardo lo más destacable era la vuelta de Leonardo Pisculichi y la posibilidad de ver en cancha a otros jugadores que tienen pocas chances de mostrarse. Se puede decir que “Piscu” jugó de manera aceptable y que de esa “pegada quirúrgica” que tiene (así lo patentó un conocido relator) se pudo ver lo más importante del encuentro por así decirlo. A la salida de un córner, el balón llegó hasta la cabeza de Germán Pezzella que conectó el centro pero en la línea un defensor de Racing evitó la conquista. Poco y nada tanto de un lado como del otro ya que en el elenco que conduce Diego Cocca solo se podían observar ciertos movimientos de Brian Fernández pero un bajo nivel de sus compañeros. De esta manera todo se hacía dificultoso para llegar al área rival y se fueron al descanso sin motivar en nada a la gente a la espera del complemento.

Segundo tiempo que llegó y que solo sirvió para escuchar los cánticos de la gente en relación al partido decisivo frente a Boca del próximo jueves. También se escucharon silbidos inentendibles para Gustavo Bou en el momento en el que ingresó a jugar algunos minutos. Ingresaron Giovanni Simeone y Gonzalo Martínez pero ninguno de los dos tuvieron ocasiones como para hacer despertar de la siesta nocturna a varios de los presentes en Núñez. Aburrieron a todos, River y Racing se sacaron un cero.

Claramente la idea central de ambos entrenadores está plasmada en tener todo listo y preparado para la definición de los partidos de copa. Tanto Gallardo como Cocca guardaron lo mejor que tienen para enfrentar a Boca y a Montevideo Wanderers respectivamente. Quizás haya sido cuestión de este solo encuentro y en otros les vaya mejor a los “futbolistas alternativos”, pero aquí el examen estuvo desaprobado. A todo o nada, la chance de ser uno de los ocho mejores de América depende de cada uno. Pero pensemos en River: no enfrenta a cualquier rival y si bien está arriba en el marcador habrá que ser inteligentes y jugar con la desesperación del adversario. Los 11 elegidos y los que ingresen deberán dejar alma vida y corazón y demostrar una vez más que en esta vida no hay nada que sea imposible.

Alexis Emmanuel Fuma

@alesn08

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