El zaguero de River mojó por segunda vez en la Copa Libertadores. El anterior, jugando para el eterno rival en 2007, año en el que se consagró campeón del certamen.
Amo y señor de la defensa, llegó en un momento oscuro a las filas del plantel. Se la bancó y aceptó regresar la institución a la elite del fútbol argentino, a tal punto de desechar propuestas jugosas desde lo económico.
Hoy es un jugador imprescindible para Gallardo. Ordena la defensa, reta a sus compañeros y los alienta cuando las situaciones apremian. Un auténtico líder que supo aportar su cuota de gol.
La particularidad es que el cabezazo que estampó el 2 a 0 en Brasil se tradujo en su segundo gol en esta competencia. Es sabido que Jony vistió los colores de Boca, donde tuvo un gran paso.
Precisamente, cuando el Xeneize enfrentó a Toluca en 2007, el defensor se hizo presente en la red en ese 3-0. Finamente, el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo se quedaría con el ansiado trofeo. Sin dudas, un antecedente que invita a la ilusión y que tiene al surgido en Los Andes como protagonista.
Lucas Ajuria
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