Llegó a Nuñez de la mano de Passarella pero no dio motivos para colgarse la chapa de “caudillo”. Alternó buenas y malas actuaciones, lo que le mostró la puerta de salida hacia el Gimnastic español. Mantuvo un entredicho con Ahumada y luego vistió los colores del eterno rival, algo que enterró por completo el respeto que aún algunos hinchas “Millonarios” le tenían. En la Ribera, también decepcionó con muy flojas presentaciones, algo que lo alejó del club tras los cruces verbales con Juan Román Riquelme.
Hoy se encuentra contento en Guaraní, donde espera seguir por la senda del triunfo. “Vamos a pelear. Tenemos ese sueño. Somos un equipo soñador, laburador. Debemos seguir paso a paso. Mientras trabajemos de esta manera, habrá posibilidades", soltó el zaguero.
A sus 35 años, aguarda expectante el choque contra su ex club pero confía plenamente en las condiciones del plantel, que se sacó pesos pesados de enfrente, tales como Corinthians y Racing. “Lo más importante de este grupo es la entrega. Se nota en cada partido. Estoy contento y agradecido porque mis compañeros me dieron la oportunidad de llegar a esta instancia", cerró.
Lucas Ajuria
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