
La dirigencia de River fue víctima de un papelón de parte de la Boca, ya que no le habilitaron el palco y dieron las ubicaciones a otras personas, por lo que tuvieron que ver el partido desde el vestuario.
Aunque Angelici y D'onofrio siempre muestren compañerismo frente a las cámaras, a la hora de la verdad el presidente de la institución boquense no actuó bajo los mismos principios. Parece una locura que las máximas autoridades del Millonario hayan visto el partido desde un vestuario mientras que periodistas partidarios tengan la oportunidad de presenciarlos en las mejores ubicaciones.
Y ya que se menciona a los periodistas partidarios, es bueno aclarar que algunos fueron agredidos al igual que el micro que trasladaba al plantel de River. Es difícil recordar una visita a la Bombonera en la que el colectivo no vuelva con vidrios rotos, producto de los instrumentos que arrojan los hinchas, pero que ni la policía, ni las autoridades de Boca puedan solucionar.
Una vez más los directivos de la vereda de enfrente se vuelven a burlar del Más Grande, más allá de la buena atención que siempre se presenta cuando visitan el Monumental, escribieron paredes y provocaciones, parece poco serio que un club denominado grande se conduzca así.
Chiara Arduini
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