En el medio de ovaciones y mucha emoción, Pablo Aimar volvió a lucir la camiseta de River dentro de la cancha. El Payaso se mostró feliz por su regreso y demostró que la magia sigue intacta.
Casi 15 años pasaron para que el hincha de River y el propio Aimar pudieran vivir un momento que por momentos parecía imposible. El jugador de 35 años ingresó en lugar de Pisculichi a falta de 15 minutos para el final y mostró pinceladas del crack que es.
Uno de los sueños del cordobés era que sus hijos pudieran verlo vistiendo la camiseta de River, algo que se cumplió esta tarde en el Monumental. "Les debe haber parecido rarísimo, porque a las canchas a las que ellos fueron no se vive así el fútbol. Yo quería que lo vieran", explicó un Aimar emocionado luego del partido.
"Mucho ahogo, mucho nervio. Todas cosas lindas, por eso es difícil dejar de jugar, porque se extraña. Todo eso sentí en el momento que me tocó. Soy consciente de la vida que he llevado y que algún día se termina", dijo el mediocampista para tratar de explicar las sensaciones que le pasaron por el cuerpo en el momento de entrar a la cancha. La magia sigue intacta. El amor del hincha, también.
Macarena Álvarez Kelly
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