jueves, 9 de abril de 2015

SACÓ TIGRES DE LA GALERA


Se terminaba, se moría, se perdía un partido clave y con él más chances de clasificar a la siguiente fase. Y pensar que hasta hace poco le pasaba al propio River esto de que le igualaran partidos controlados, dominados y con más de un gol a favor. El desgano de Tigres en el segundo tiempo, el creer que ya todo estaba terminado y el planteo mezquino de no querer seguir con el aumento en la ventaja le permitieron al “Millonario” sacar un empate de la galera. Sí, esta vez no fueron conejos, fueron tigres.

Pero no todo terminó con esa “sonrisa” que todos esperábamos producto de haber conseguido un milagro. Con el partido terminado, Gabriel Mercado se hizo echar de manera tonta, de forma estúpida con el reiterado reclamo al árbitro. El 2 a 2 absolutamente ya nadie lo podía modificar y ahora el defensor se queda afuera del último encuentro. Ni los propios jugadores quizás lo creían pero cuando todo parecía acabado luego del gol de un ex River como Damián Álvarez, llegó la igualdad en 2 gracias a que el club de Núñez nunca bajó los brazos y sobre todo a esas pocas ganas del local de cerrar un cotejo que tenía algo guardado. River se lleva un poco más que un empate de México, con la ilusión intacta de lograr la clasificación la próxima semana.

Se levantaba el telón del primer acto. Tigres con la obligación de imponer la localía y River con la necesidad de destronar esa condición y poder manejar los hilos de un partido que de antemano se sabía que iba a ser difícil. De hecho, los primeros minutos fueron los más peligrosos para el equipo que dirige Marcelo Gallardo que, para colmo de males, no podía estar en el banco de relevos. Y el “Millonario” no daba pie con bola, Jonathan Maidana errático en ciertos pases, Rodrigo Mora que vivía más en el piso que parado producto de un sinfín de resbalones, Leonardo Pisculichi que no generaba el fútbol necesario, Gabriel Mercado muy solo por su sector, Ramiro Funes Mori que no pasaba al ataque y de esta manera las cosas no iban a ser sencillas. Minuto 11 y una complicación más: el marcador en desventaja. La jugada fue de un lado a otro y finalizó en el medio con el pase dentro del área grande de Joffre Guerrón para Edigio Arévalo Ríos que remató por lo bajo con la fortaleza justa para evitar que Marcelo Barovero contuviera el balón.

El 1 a 0 obligaba a River a salir más arriba y descuidar espacios en defensa. Tigres manejaba la pelota sin tanta profundidad pero con la ventaja de tener controlado el trámite y estar arriba en el marcador. Mal lo de Teófilo Gutiérrez al querer sacarle la pelota de las manos al arquero Nahuel Guzmán. Mal lo de Funes Mori que empujaba a un rival en la línea de fondo sin necesidad alguna. Afuera Leonardo Ponzio por lesión, adentro Matías Kranevitter y un cambio obligado que no ayudaba en los comienzos del encuentro. Muchas negativas para River que solo contaba con un cabezazo de Mora bien resuelto por Guzmán. Y para el final, una tapada de Barovero ante un remate de cabeza que podría haber significado un mayor desnivel. Al descanso en Monterrey, y si antes era difícil ahora se tornaba casi imposible.

Ese “casi” fue la luz que se mantuvo encendida hasta el final. River salió a disputar el complemento totalmente decidido a emparejar las acciones pero chocaba contra una muralla defensiva que era impasable. Todo era del elenco dirigido, en esta ocasión, por el ayudante de campo Matías Biscay pero costaba mucho lograr la profundidad para lastimar. Tigres, por su parte, jugaba cuando quería y era cauteloso de la ventaja que le pertenecía. A los 23 minutos, la jugada nació en un cuarto de campo local y llegó hasta el área rival de la mano de Israel Jiménez y de Edgar Lugo. Pero fue el primero de estos dos quien remató y, tras el rebote de Barovero, llegó Álvarez para empujarla. Todo mal en el marcador pero lo “bueno” era que River seguía en la búsqueda de lograr algo. Y tanto fue al ataque que tuvo sus premios. A los 42, José Rivas cabeceó hacia atrás y se la dejó servida a Mora. El uruguayo remató al cuerpo de Guzmán que dio rebote y le permitió a Gutiérrez lograr el descuento. Había ilusión, había esperanza porque la pelota era de River y porque generaba todo aquello que no había podido antes. Y llegó el segundo: Camilo Mayada que ya estaba en cancha se la dio a Teo. El colombiano vio a Mora con gran ubicación dentro del área y el número 7 la mandó a guardar y dejó sin reacción alguna al “Patón” Guzmán. Todo sucedió a los 44 y para el final, lo que ya habíamos relatado, la innecesaria expulsión de Mercado por el exceso en la protesta. Un empate, un respiro para mantenerlo hasta el final del partido frente a San José de Oruro.

Está más que claro que Gallardo no debe estar para nada conforme pese a la remontada en el resultado. El equipo debía ganar para estar más tranquilo pero nuevamente consiguió un empate que hace que no dependa de sí mismo para obtener la clasificación. Deberá ganarle a San José en el “Monumental” y esperar la mano de Tigres frente a Juan Aurich. Panorama un tanto complicado de cara al miércoles próximo. Los jugadores saben que esta copa es el sueño de toda la gente y el “Muñeco” sin duda alguna pondrá lo mejor para sacar pasaje a Octavos de Final. La suerte está echada, la espera será insoportable pero en esta vida, nada es imposible.

Alexis Emmanuel Fuma

@alesn08

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