
Hubo una vez que River pasó una primera ronda de Copa Libertadores sin ganar en los primeros cuatro partidos. Y llegó a la semifinal.
El Millonario empató un partido realmente increíble. Que mereció ganar y golear. Que tenía controlado. Pero como en los últimos partidos, una desconcentración defensiva se pagó muy caro y los octavos de final se alejan cada vez más.
River está complicadísimo para clasificar, ya que al cabo de cuatro partidos no pudo ganar en la Copa y suma solo tres unidades. No obstante, hay un antecedente que puede abrir una luz de ilusión: en la Copa Libertadores 1999, el Más Grande arrancó peor, con dos empates (dos 1-1 ante Vélez) y dos derrotas (1-4 vs Once Caldas y 0-1 ante Deportivo Cali). No obstante, en las últimas dos fechas goleó 3-0 a Once Caldas y derrotó 2-1 a Deportivo Cali, salió tercero pero clasificó, con ocho unidades.
El Millonario en octavos eliminó a Liga de Quito (1-1 el global y 5-4 en los penales), en cuartos a Vélez (2-1 el global) y recién sucumbió en las semis ante Palmeiras, a la postre campeón, ganando 1-0 en Núñez la ida pero cayendo 3-0 en Brasil la revancha.
En el horizonte quedan Tigres en México y San José en el Monumental. River debe ganar o ganar, y esperar que Juan Aurich sume lo menos posible. Suena a utopía, pero el campeón de la Sudamericana y la Recopa conoce de milagros coperos.
Nicolás Diz
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