lunes, 30 de marzo de 2015

UN FINAL DIFERENTE


Por primera vez en lo que va de la temporada, River logró volver a imponerse en el marcador luego de dejarse igualar. El empate, el resultado que el equipo de Gallardo más ha sufrido en el último tiempo, se vio quebrado por el gol de Rodrigo Mora sobre el final del partido.

Cuando una falta innecesaria de Kranevitter desembocó en un tiro libre peligroso, los fantasmas de encuentros anteriores comenzaron a deambular por el Bosque platense. Más aún, cuando la barrera se abrió de manera inexplicable y la floja respuesta de Charini le permitió a Gimnasia llegar a la igualdad. La bronca y el recuerdo de todos los partidos controlados que River terminó empatando volvieron a hacer su aparición.

Por el torneo local, ya había pasado dos veces en el Monumental con un resultado final de 2-2: contra Quilmes y frente a Unión. El mismo desenlace tuvieron ambos partidos jugados contra Juan Aurich, que terminaron 1-1 complicando las chances en la Copa Libertadores. Sin embargo, cuando parecía que este encuentro iba a tener el mismo final, hubo un gol más.

Luego de un córner, Lucas Boyé bajó la pelota en el área y Rodrigo Mora aprovechó su posición para mandarla al fondo de la red cuando el partido ya se moría. De esta manera, el Millonario logró por primera vez ganar un partido que le habían empatado. Un resultado justo, pero que no debe tapar las enormes falencias que tiene el equipo cuando se encuentra en ventaja y debe cerrar los partidos.

Macarena Álvarez Kelly

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