El volante de River remarcó la personalidad para sacar adelante este tipo de encuentros. También, confesó su comodidad jugando de enlace y se esperanzó con adueñarse de la Libertadores.
Pieza clave, elemental, infaltable, en el esquema titular. Por derecha, por izquierda, por el centro, de enganche, por toda la cancha. Es un todoterreno nato para esta institución y las pretensiones de Gallardo. Por eso, cada vez que finalizan los noventa minutos, analiza el saldo que les deja el resultado.
"Creo que lo ideal hubiese sido tener un buen funcionamiento, pero bueno, sabiendo las condiciones de la cancha no se podía hacer mucho. Fue un partido trabado, de piernas fuertes, pero sabemos jugar estos partidos. Fuimos justos ganadores", indicó el uruguayo.
Consciente del potencial demostrado hace un semestre, confió que aún falta para tocar el techo de rendimiento. "Lo primordial siempre es tener un buen sistema colectivo. No se dio, pero salimos favorecidos. El torneo pasado nos sentimos más cómodos y hay que volver a eso", pidió.
Muchos se sorprendieron cuando el Muñeco le otorgó la función de Pisculichi, el encargado de hilvanar los hilos de cada ataque. Sin embargo, a Pato no le extrañó. "Me sentí más libre, lo que uno busca es darle soluciones al equipo y me sentí cómodo, así que contento porque se ganó", subrayó.
Con el choque ante Tigres entre ceja y ceja, se ilusionó con empezar a pisar fuerte en el máximo anhelo del club. "Es importante ganar de local, hacernos fuertes con nuestra gente. Lo ideal sería sumar de a tres para seguir prendidos", cerró
Lucas Ajuria
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