Roberto Mosquera, DT de Juan Aurich, resaltó la jerarquía del Millonario pero avisó que sueña con una victoria esta noche. Respecto al partido en Chiclayo, contó cómo llegaron a tener césped sintético.
El técnico peruano es un silencioso simpatizante de El Más Grande, debido a que tuvo un familiar que vistió la casaca. "Entre River y Boca, elijo a River, mi padre jugó ahí 4 años", expresó. Sin embargo, le tocó enfrentarlo como local y hoy deberá disputar la revancha en Nuñez. Su conjunto se ubica segundo en el grupo, con cuatro unidades, y en caso de perder esta noche, los dirigidos por el suspendido Gallardo serán los únicos escoltas de Tigres. Dejando de lado esa posibilidad, Mosquera se mostró enérgico para dar batalla en un estadio que rebalsará de gente. "Si pensás en empatar en el Monumental, perdés el partido. Va a influir más en ellos que en nosotros”, le indicó a Pasión Monumental, en referencia a la presión por quedarse con una victoria.
Sin ánimos de ser necio, reconoció que el rival no es uno más del montón, sino que se trata de un gigante histórico que no atraviesa su mejor producción futbolística: "River es un león dormido. Tiene un muy buen equipo pero con una crisis de resultados. Cuando empiece a ganar, va a ser difícil frenarlo, juega muy bien. Tenemos un respeto total por su historia”, señaló con total admiración. Allí nomás, tomó distancia sobre la cautela de visitarlo en su cancha. "Que los respetemos no es un signo de ser sumisos. Tenemos ambición y soñar es gratis", adelantó.
Pero resulta que hubo un comportamiento poco profesional de las autoridades de La Banda, quienes le negaron un derecho a la delegación del Rojiblanco. "No nos prestaron la cancha para hacer el reconocimiento del campo, pero no voy a calificar esa acción. Es una cuestión de cortesía y no nos dejaron. "No estoy molesto, pero no me pareció correcto", apuntó sin polemizar.
Para finalizar, hizo mención a la ida en Chiclayo, donde se criticó duramente las condiciones del césped y el poco profesionalismo de la infraestructura: "El campo lo puso la CONMEBOL y no Juan Aurich. Fue Julio Grondona. Se habló más de la cancha que del partido en sí", disparó. Ello perjudicó la trayectoria del liviano balón de la competencia, factor que también incomoda a Mosquera.
"Nuestra producción crece en un césped normal, jugamos bien al fútbol, pero la pelota parece que tuviera una liebre borracha”, comparó. "Tuvimos que cambiar la forma de jugar, jugar al toque en Chiclayo es difícil, y reinsertar el fútbol Peruano a nivel mundial lo es aún más”, soltó y cerró.
Lucas Ajuria
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