
Por primera vez en el campeonato y tras nueve juegos (contando Copa Libertadores), el Millonario terminó el encuentro con la valla invicta, flagelo que tenía a maltraer al equipo.
No poder cerrar los partidos y las desatenciones defensivas fueron los enemigos de River durante el comienzo de la temporada oficial, sobre todo después de haber conquistado la Recopa: iban nueve cotejos entre torneo local y Copa Libertadores y en todos el arco millonario recibió al menos un gol (14 en total).
Esta victoria por la mínima ante Godoy Cruz, además de poner punto final a la racha sin ganar, también pulverizó la seguidilla nefasta en el propio arco y se pudo mantener el cero por primera vez en el certamen, esta vez con Julio Chiarini bajo los tres palos.
El último encuentro sin recibir goles había sido en la revancha de la Recopa ante San Lorenzo (1-0 en el Nuevo Gasómetro), y en campeonatos locales la vez anterior sin tantos en propia puerta fue ante Quilmes en la fecha 19 del Torneo de Transición 2014 (1-0 en el Centenario). Al menos por 90 minutos, el arco se cerró.
Nicolás Diz
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