
La 10 del Mas Grande la tiene que llevar el distinto, el crack, aquel que en cualquier momento del partido aparece y cambia la historia.
River la pasaba mal con Sarmiento, en un terreno hostil y con 20.000 hinchas en contra. Pero apareció Gonzalo Martínez, primero en un centro con parábola para Carlos Sánchez y sobre el cierre del primer tiempo un centro con el guante a la cabeza de Cavegol. EN el segundo tiempo estuvo algo disperso y salió, pero su aporte fue determinante.
El chico de los 40 millones de pesos también venía de ser figura en la serie ante San Lorenzo (él siendo ex e hincha de Huracán), en la ida en el Monumental asistiendo a Sánchez y en la revancha participando en la jugada del gol del mismo Negro en el Nuevo Gasómetro. Pero en ambos encuentros, entró como el revulsivo desde el banco de suplentes, encarando defensas con su velocidad y gambetas.
En pocas palabras, en poco más de 100 minutos oficiales el Pity metió tres asistencias. Una que valió el título de la Recopa Sudamericana y otras dos para comenzar el torneo con una goleada 4-1 ante Sarmiento. El 10 que tanto en amistoso como en partidos oficiales está haciendo valer cada centavo de su compra. Porque a sus 21 años, es uno de los proyectos más grandes del fútbol argentino, y la casaca del Más Grande no le pesa absolutamente nada.
Nicolás Diz
@diz_nico
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