Pitido final y fiesta, desahogo y mucho cotillón. Además de la carga emotiva, el festejo de los jugadores tuvo una perla, es que, mientras saltaban y cantaban en el campo de juego, apareció la típica remera alusiva al campeonato obtenido. Si bien, es tradición que se haga este tipo de cotillón, esta vez el secreto estaba guardado bajo 7 llaves. Dicha camiseta, tenía todo lo que usualmente se pondría: imagen de la copa sudamericana en el pecho, otra más grande en la espalda y… sí, la cargada a Boca.
“SEMI-RA Y NO SE TOCA”, esa es la frase que la casaca llevaba impresa en el dorso. Ironía pura, pero sin nombrarlos para rememorar la dura eliminación en Semifinales que, el equipo de gallardo, le propino a los Bosteros.
Esteban D’Agostino
@daguitos
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