Una de las características que sobresalen en el relator más emblemático que tiene River, Atilio Costa Febre, es aquella de ponerles apodos a los futbolistas. En el caso de Fernando Cavenaghi, además de haberle puesto “Torito”, un día lo llamó el “Goleador Amor”. Amor precisamente es lo que siente el 9 del “Millonario” por su club. Es el ídolo de los últimos tiempos, es aquel que besa la camiseta con fidelidad, el que vuelve de una lesión difícil y justo ante el equipo que comanda un tal Matías Almeyda, se da el lujo de marcar no solo el gol número 100, sino también el 101 en la institución de Núñez. Al “Cavegol” solo le bastaron 45 minutos para llevar a River de su mano (o de sus pies) a una victoria que alarga la definición del torneo. A tomar cerveza en el sur y a esperar un buen vino mendocino.
Con la cabeza en frío, pero con la mente puesta en el primer partido de la final por la Copa Sudamericana, analizamos profundamente el porqué de no haber puesto un “mix” de titulares el domingo pasado versus Racing, quizás hoy la realidad hubiese sido otra. El cerebro también despierta el lamento por aquellos dos puntos perdidos frente a Olimpo y eso que Banfield es un rival más compacto y con muy buenas ideas de juego. Pero los resultados mandan, la realidad no se cambia y el equipo que dirige Marcelo Gallardo volvió al triunfo en el Estadio Monumental frente al “Taladro” que bien supo hacer las cosas, pero que sufrió las heridas de un toro y le taladró lo que podrían haber sido 3 puntos importantes.
La lluviosa tardecita de Buenos Aires nos llevaba al Antonio Vespucio Liberti con la idea de que no haya definición hasta más adelante y había que jugar un partido bravo frente a un rival bien trabajado y con grandes figuras que manejan un fútbol importante. Si bien el primer tiempo fue para que algunos afortunados ya piensen en el viaje a Colombia, existió la apertura del marcador por intermedio de un jugadorazo como lo es Nicolás Bertolo. Hasta el minuto 41, River y Banfield se prestaban la pelota, los arqueros no tenían trabajo esforzado y claramente que las chances con peligro de gol brillaban por su ausencia. Y fue en ese minuto antes mencionado en el que Bertolo ensayó una jugada excelente ante las miradas de Gabriel Mercado y de Ezequiel Cirigliano, pasó entre medio de ambos y definió de manera exquisita al ángulo superior izquierdo del arco defendido por Marcelo Barovero. Gran gol del mediocampista que aparecía como delantero y abría la tanda de 5 goles en Núñez. Con mucho viento frío, el descanso pedía pista en la tarde.
Segunda etapa. “Cambios cantados” que le posibilitarían a River tener otra propuesta ofensiva del mediocampo hacia adelante. Los ingresos de Cavenaghi y de Carlos Sánchez evidentemente le daban más claridad al juego. Minuto 8, el uruguayo la manejó por el centro de ataque y le dio el pase al número 9. El “Torito” dominó, se dio vuelta sacándose la marca de encima y sacó un soberbio remate desde 35 metros que dejó sin chances al arquero Gaspar Servio: 100 veces CAVEGOL. Éste envión anímico por estampar la igualdad en el marcador hizo que todo River vaya más adelante y tan solo 4 minutos después, Augusto Solari de flojo rendimiento observó la llegada solitaria de Sánchez en el área, el uruguayo cabeceó por encima de Servio y no perdonó. Los de Núñez daban vuelta el tanteador y se venía un partido atractivo por donde se lo mire más aún con la expulsión que sufría Osmar Ferreyra por doble amonestación a los 16.
Un minuto después de dicha tarjeta roja mostrada por el árbitro Darío Herrera al “Malevo”, la jugada llevó a Bertolo al área de River y Solari sin esa experiencia típica para detener al jugador lo derribó claramente otorgándole el tiro penal al equipo del sur. 17 minutos, Santiago Salcedo efectivizó la pena máxima y estampó la paridad que sería transitoria ya que el mismo Solari, con el fin de remediar su error, fue al ataque y Nicolás Bianchi Arce le cometió falta que derivó en la misma pena que había tenido Banfield minutos antes. Obviamente que Cavenaghi se paró frente a la pelota y a los 28 decretó el resultado. 101 veces CAVEGOL. Quedó para el final las líneas que merece un arquero de selección como Barovero. FE-NO-ME-NA-LES tapadas del 1 de River ante un cabezazo terrible a quemarropa, ante un disparo de media distancia y también con la rodilla en una acción de peligro. Ganó River, le hicieron 2 pero hizo 101.
Colombia nos espera señores. El miércoles, River comenzará a buscar ultimar detalles para esta ilusión de ser campeón de manera internacional luego de 17 años. Será en la casa de Atlético Nacional de Medellín y 7 días más tarde en el Antonio Vespucio Liberti. Es la chance, es el momento y es el año. El “Millonario” cuenta con una oportunidad inmejorable de lograr la corona sobre todo porque en la final podría haber estado el eterno rival, pero estará River. Concentración al máximo para una definición que será para el infarto seguramente. La comunicación futbolística será la base de los éxitos.
Alexis Emmanuel Fuma
@alesn08
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