Consumada la victoria en Paraguay, el pensamiento principalmente de los hinchas se vestía de “adivino” puesto que todos dijeron lo mismo o cosas similares como las siguientes: acá va a regular, va a jugar tranquilo, pondrá algunos suplentes, ya estamos clasificados, etcétera, etcétera. Llegó la noche del partido de vuelta ante Libertad y River tuvo precisamente esto para jugar: libertad. No se trató de sobrar al rival pero sí de manejar el encuentro con total serenidad, cargado de paciencia, teniendo una mochila repleta de tranquilidad. El triunfo por 2 a 0 con goles en los finales de los tiempos simboliza lo realizado por el “Millonario”: jugó a su manera y cuando la pelota quiso entrar, entró. No es ningún “pincha” pelotas.
Creer que estaba ganado o que la clasificación estaba asegurada no era descabellado pero había que jugar por reglamento, por ley o por el simple hecho de asegurar lo hecho 6 días atrás. Y lo hizo, como quiso y cuando quiso. El equipo que dirige Marcelo Gallardo avanzó a los Cuartos de Final de esta competencia internacional y se cruzará con Estudiantes de La Plata. A estudiar bien al rival, no hay margen de error en estas instancias.
Qué decir del primer tiempo si el gol llegó recién al minuto 42 pero bueno, contaremos las dos situaciones que hubo, una para cada lado. A los 8, Teófilo Gutiérrez le sirvió el gol al pibe Sebastián Driussi pero el juvenil definió de manera tibia casi con el arquero Rodrigo Muñoz encima quien le tapó el remate. Y a los 16, ya no se encuentran adjetivos calificativos para Marcelo Barovero: “Trapito” detuvo mano a mano el disparo de Antonio Barreiro que luego se iría expulsado por un terrible codazo que le propinó a Ariel Rojas.
River manejaba el partido a su antojo, y si bien es cierto que no quedaba bien parado en el fondo, tampoco los avances de Libertad llevaban peligro excepto la ocasión antes mencionada. Hasta que llegó la apertura del marcador. La jugada entre Driussi y Carlos Sánchez, luego de una carambola, quedaba en poder del uruguayo. El volante sacó un remate con el pie derecho que se estrelló en el palo y de ese rebote la pelota llegó hasta Gabriel Mercado. El ex Estudiantes acompaño y el balón ingresó a pesar del esfuerzo de Muñoz de querer sacarla. Ante la duda, allí estaba Sánchez para romper el arco aunque el gol era de “Gaby”. Y así al descanso, rodeado de tranquilidad, amigo íntimo de la paciencia y con marcador a favor.
El complemento podía dar para cualquier cosa, en el buen sentido de la palabra. Libertad no proponía casi nada puesto que el global era irremontable y los de Núñez jugaban apuestas para ver quien marcaría el segundo. Es que el trámite del partido llevaba a pensar esto, Gallardo se dio cuenta y mandó a la cancha a Tomás Martínez, a Augusto Solari y a Giovanni Simeone. Si bien Lucas Boyé (de gran partido), el mismo Martínez y hasta Leonardo Ponzio tuvieron sus chances, fue “Gio” finalmente el autor del segundo. Agonizaba el partido, con toques de primera y tacos, Martínez no pudo ante Muñoz. De allí surgió el quite de Ponzio en tres cuartos de cancha y el gran pase de Ramiro Funes Mori (también de muy buen encuentro) para dejar a Simeone mano a mano. El “Cholito” definió de manera excelente: cruzó el remate con su pie izquierdo cuando asomaba el segundo minuto de adición. Nueva victoria de River en casa, para alimentar la ilusión.
Duelo de argentinos. El “Millonario” enfrentará al “Pincha” que dirige Mauricio Pellegrino. Rival duro, bien trabajado y no va a ser nada fácil. En el medio también estará el partido por el Torneo de Transición frente al mismo adversario. Instancias finales en ambos frentes. River transita el camino ideal para ganar las dos competencias que disputa. Como siempre lo apuntamos, será clave mantener la humildad y el buen juego. Se puede ser campeón de todo, sí, pero no hay que desesperarse. Muchas veces al fútbol se gana con la cabeza más que con los pies y Gallardo de esto sabe, y mucho.
Alexis Emmanuel Fuma
@alesn08
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