En un club tan grande, la historia marca que ciertos apellidos quedan en la memoria de sus hinchas ya sea por lo bueno realizado o por lo malo. En ésta institución existen ejemplos claros de aquellos catalogados como ídolos, como reconocidos y hasta algunos por declararse fanáticos pero que no han estado muy a tono con la pelota. Y acá viene este ejemplo tan particular que ya cuenta con dos capítulos muy jugosos: Ramiro Funes Mori. Uno de los “Melli”, Rogelio, tuvo la desgracia de irse y no haber dejado una muy buena imagen. Distinta la posición de su hermano que cuenta con dos goles en Primera División, ambos de cabeza, para darle la victoria al equipo y con el arbitraje de un tal Néstor Pitana. ¿No fue córner? Ésta vez sí.
“Es difícil ganar en Rosario”, típica frase que suena en la previa cada vez que a algún equipo de Capital Federal o del lugar que sea le toca visitar la bellísima ciudad que tiene la Provincia de Santa Fe. Y vaya si lo es puesto que a River le costó muchísimo ganar en el “Coloso del Parque” y apenas lo hizo por 1 a 0. Está bien, para ganar sirve con un gol más que el rival, pero quizás es allí en donde hay que abrochar la victoria siendo más punzantes, más profundos e ir para adelante. El “Millonario” supo como aguantarlo y se trajo de Rosario el triunfo que necesitaba como el agua.
Hacía 7 años que los de Núñez no podían ganar en el Estadio Marcelo Bielsa y de arranque nomás se pudo ver a un equipo riverplatense con ansias de ganar el encuentro. Tenía a un Lucas Boyé muy movedizo por todo el frente de ataque, a un Leonardo Ponzio que manejaba la mitad de la cancha a su antojo, a Carlos Sánchez que aparecía por todos lados, a Germán Pezzella firme en el fondo acompañado por la experiencia y la capacidad de Jonathan Maidana y a un Marcelo Barovero IM-PE-CA-BLE. “Trapito” estuvo atento a todo lo generado por el local y tapó pelotas de gol como la ocasión de Fabián Muñoz. Fue de ida y vuelta con pasajes de buen fútbol, con jugadores de buen pie como Maxi Rodríguez, Lucas Bernardi y Horacio Orzán por el lado “Leproso” y con los puntos a favor con los que contaba el conjunto que dirige Marcelo Gallardo. Así se fue el primer tiempo, áspero, con dos equipos que buscan todo el tiempo una sola cosa: ganar.
El complemento fue más del visitante, pero no por mucha diferencia. Newell´s es Newell´s esté como esté, lo habíamos dicho, y en la valla contaba con un gran arquero como Oscar Ustari que en primera instancia salvaba el cabezazo de Gabriel Mercado y luego a él lo salvaba el palo izquierdo tras dos remates de cabeza también a la salida de un córner. Pero llegó el minuto 22 y el tiro de esquina ejecutado por Leonardo Pisculichi llegó hasta Funes Mori. El “Melli” que si pudo quedarse ajustició de cabeza y le puso sello al marcador para que River ganara en suelo rosarino después de 7 años. El dato negro de la noche, un golpe en el tobillo para Mercado que lo obligó a salir dejando su lugar a Augusto Solari. También ingresaron Guido Rodríguez y Giovanni Simeone sin datos para destacar. Por fin se dio en Rosario, quizás en el momento justo.
Ya habían empatado Lanús e Independiente y había que alejarse de otro perseguidor como Newell´s. River lo supo hacer y sobre todo supo aguantar esos minutos finales en una cancha realmente difícil. Se viene una seguidilla de partidos definitorios. Primero estará Libertad en Paraguay por la Copa Sudamericana. Luego, Belgrano por el Torneo local y será clave mantener la calma, la humildad y sobre todo el buen juego, fundamental para alzarse con las dos coronas que quedan. Ésta vez sí fue córner, dirigió Pitana y Funes Mori les calló la boca.
Alexis Emmanuel Fuma
@alesn08
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