
Entre alagos y cumplidos, Lucas Boyé, se hizo un lugar en el plantel profesional de River. Con buen rendimiento y calidad, se afianzó y emprendió su ruta hacia el fútbol de primera división y respondió con creces, solo restaba un detalle para finiquitar las expectativas y llegaría en forma de gol, para sentenciar un clásico y darle la victoria al club más grande de Argentina.
Seis encuentros oficiales ha disputado la nueva "joya" Millonaria y, desde el primer encuentro, frente a Ferro por Copa Argentina, vislumbró las características que posee y demostró que ya había llegado su momento de empezar a correr en el amplio mundo de la primera división, vistiendo la remera de River.
Hoy dio un paso más, un golpe anímico que podría empezar a marcar un amplio horizonte en su futuro próximo, en lo que fue un agitado clásico frente a San Lorenzo. Gallardo le dio su confianza e ingresó al campo de juego en reemplazo de Rodrigo Mora y, en el momento preciso, la mandó a guardar con un cabezazo excelso para sellar el 3-1 definitivo, frente al "Cuervo".
Tomás Martínez buscó la falta y la encontró, se adueñó del balón y ejecutó un tiro libre que buscaría a Boyé. Se ubicó, se perfiló y, como si tuviese varias temporadas en primera en su espalda, conectó un cabezazo cruzado espectacular que sería inatajable por un ya vencido Trípodi. Selló la goleada y dio su primer grito de gloria frente a una gran cantidad de hinchas rivales que no pudieron achicarlo en ningún momento.
El camino empieza a marcarse y los juveniles del más grande inician su recorrido: Lucas Boyé, hoy dio un paso hacia el frente y aclaró su panorama. Alma goleadora y sello riverplatense.
Foto: LPM
Pablo Guerrero G.
@PabloGugo
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