lunes, 29 de septiembre de 2014

CONTEO REGRESIVO, AL FILO DE LA VICTORIA


Por demorar un segundo. Por no “romperle el arco” de zurda como se suele decir. Por ese maldito travesaño que viene siendo amigo de los rivales y enemigo propio. Por no haber apuntado bien de cabeza. Por lo que quiera, pero no lo logró. Es diferente al empate frente a Arsenal, aquí pudo ganarlo, y ante el equipo que dirige Martín Palermo pudo haberlo perdido si no hubiese sido por esa salvada milagrosa de Gabriel Mercado. Se lleva un sabor agridulce porque sabe que tuvo las ocasiones para retirarse de La Fortaleza con los 3 puntos. Lo empató el gran Teófilo Gutiérrez, y fue él mismo quien después tuvo la victoria en sus pies, sobre todo en el derecho ya que no quiso “romperle el arco” de zurda. Teo al filo del triunfo.

El análisis general es positivo. Marcelo Gallardo debe estar tranquilo ya que el equipo que comanda le respondió en la cancha y si bien no pasó del empate ante Lanús, sabe interiormente que por falta de suerte o eficacia tal vez a la hora de definir, que pudo haberlo ganado. Se buscó, se generó, se pateó al arco y tuvo a un Leonardo Ponzio en un gran nivel haciéndose dueño y señor de la mitad de la cancha. Bien por Leo en la difícil tarea de reemplazar a Matías Kranevitter. Cancha complicada, rival áspero y bien trabajado y un 1 a 1 a la espera del partido del mundo.

Con dientes apretados, con piernas fuertes, con la mente totalmente concentrada. Así fue el primer tiempo, típico de dos equipos que no regalan nada y que no buscan el error del rival, sino el acierto propio. Si bien los primeros minutos fueron para el visitante, fue el local quien se retiró al descanso con la ventaja en el marcador. ¿Merecida? Quizás sí, quizás no. Lo cierto es que llegó y convirtió, cosa que River no pudo hacer ni por intermedio de Teófilo Gutiérrez ni a través de Rodrigo Mora en dos chances claras. Más allá de que en el contexto general de la etapa inicial River fue más que Lanús, en el resultado parcial se encontraba en desventaja. Y esa negativa se dio a los 36 minutos. La condujo Silvio Romero por el medio y soltó el pase en cortada para la llegada de Acosta. El “laucha” la tocó con la fuerza justa para evitar que Marcelo Barovero detuviera el remate y el “Granate” marcaba la diferencia en cuanto a la conversión. Así se fueron los 45 minutos iniciales con la incertidumbre de saber si River se recuperaría.

Complemento para mantener el invicto, sobre todo, y para ver qué posibilidades había de ganarlo. Se recuperó tanto en el resultado, más allá del empate final, como así también en demostrar ese carácter para ir a buscarlo constantemente. Lanús no podía lastimar a Barovero y compañía y enfrente tenía un rival que lo acechaba y le generaba peligro. Lo tuvo Leonardo Pisculichi, de floja actuación, pero ese tiro libre envenenado dio en el travesaño tras el cachetazo del gran arquero Agustín Marchesín. Hasta que en el día internacional del hincha de River llegó el minuto 25 y un reconocido hincha del club dijo presente en el sur. “Teo” tomó la pelota luego del pase de Ariel Rojas, levantó la cabeza y sacó un remate soberbio con el pie derecho que anuló la estirada de Marchesín. Empate y sello al resultado solo porque así lo quiso Gutiérrez que después lo pudo ganar pero se demoró en el área y el guardameta “granate” evitó la conquista. Desde ese momento hasta el final salvo acciones del ingresado Lucas Boyé a través de un disparo desviado y del otro futbolista que entró en lugar de Mercado, Germán Pezzella, con un cabezazo de igual destino, no pasó nada más en La Fortaleza y todo quedó como había empezado.

Ahora sí. La cabeza ya piensa de manera superclásica. Se viene el rival de toda la vida el próximo domingo en casa. Una semana para trabajar, para recuperar fuerzas y salir con todo a ganar como sea. Aquí no importa el juego bonito, si aparece mejor, pero sino que se dé como se tenga que dar. Por culpa de la violencia en el fútbol, el mejor clásico del mundo solo podrá ser presenciado por hinchas riverplatenses. Serán 60 mil almas en busca del fin de semana más alegre que se pueda tener. Ellos pondrán todo lo que haga falta para el color, el folclore y la pasión. Y se espera que los que tengan la suerte de jugarlo, estén a la altura de lo que significa defender esta camiseta.

Alexis Emmanuel Fuma

@alesn08

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